Un ataque suicida contra una mezquita dejó este lunes al menos 27 muertos, entre ellos varios policías, y 140 heridos en la ciudad de Peshawar, en el noroeste de Pakistán, un suceso que llevó a las autoridades a declararse “en estado de guerra” contra el terrorismo.
“Las muertes aumentaron a 27, y hay más de 140 heridos”, dijo a los medios de comunicación un oficial de policía de la ciudad, Muhammad Ijaz Khan, a la entrada de la mezquita atacada, que se encuentra ubicada dentro del cuartel general de la policía de la ciudad.
El complejo policial se encuentra en una zona de alta seguridad en la ciudad, al igual que varios edificios del gobierno, y no estaba claro cómo había conseguido el atacante adentrarse tanto en el recinto.
Los equipos de rescate seguían localizando a personas heridas debajo de los escombros causados por la fuerte explosión, que tuvo lugar cuando la mezquita se encontraba especialmente concurrida durante uno de los rezos.
“Había más de trescientos fieles en la mezquita, y (el atentado suicida) tuvo lugar durante el rezo”, explicó Khan.
Un portavoz del hospital Lady Reading de la ciudad, Asim Khan, afirmó que alrededor de una veintena de heridos se encuentra en condición grave, y señaló que el centro médico se ha visto obligado a hacer un llamamiento a donar sangre para tratar a las decenas de victimas del ataque.
Rescatistas trabajan en el lugar de la explosión. Foto: EFE/Bilawal Arbab.
El ministro de Defensa paquistaní, Khawaja Asif, aseguró que el atacante suicida se encontraba en primera fila durante los rezos, y reivindicó que el Estado debe actuar contra los terroristas.
“Es hora de que volvamos a combatir la guerra contra el terrorismo”, dijo Asif en una entrevista con la televisión paquistaní Geo TV.
El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, condenó por su parte el “brutal asesinato de musulmanes cuando rezaban ante Alá”.
Un herido es trasladado tras la explosión e nla mezquita. Foto: AP/Muhammad Sajjad.
Por el momento, ningún grupo insurgente ha reivindicado la autoría del ataque.
La explosión derrumbó el tejado del edificio, lo que provocó heridas a muchas personas, indicó Zafar Khan, agente de la policía local.
Un sobreviviente, el agente de policía Meena Gul, de 38 años, dijo que estaba dentro de la mezquita cuando estalló la bomba, y que no sabía cómo había salido ileso. Tras la detonación oyó gritos y llantos, dijo.
Los rescatistas trataban de retirar los escombros y llegar hasta las personas que seguían atrapadas, según la policía. Muchos de los heridos estaban en estado crítico en un hospital cercano y se temía que la cifra de muertos subiera.
Personal de seguridad acordona el lugar de una explosión en una mezquita dentro de la sede de la policía en Peshawar. Foto AFP.
En marzo de 2022, un ataque suicida contra una mezquita de la minoría chiita en Peshawar reivindicado por EI-K -la rama local del grupo yihadista ISIS- dejó 64 muertos, lo que lo convirtió en el peor ataque sufrido por Pakistán desde 2018.
Incremento de los ataques
Los atentados terroristas y los ataques insurgentes han aumentado en los últimos meses en Pakistán tras varios años de relativa calma, en buena parte debido al resurgimiento del principal grupo talibán paquistaní, Tehreek-e-Taliban Pakistán (TTP).
La formación, un paraguas de grupos armados tribales creado en 2007 y aliado de los talibanes afganos, ha incrementado sus ataques tras poner fin el pasado noviembre a un alto el fuego con el Gobierno. El TTP afirma además haber unido fuerzas con grupos separatistas de la provincia sureña de Baluchistán.
Desde su formación, el grupo ejecutó una brutal campaña de ataques terroristas en todo el país que mataron a miles de personas, incluido un intento de asesinato en 2012 de la futura premio Nobel Malala Yousafzai.
También ISIS ha llevado a cabo atentados en el pasado en Pakistán. Uno de los peores ocurrió en 2018 durante un mitin en Baluchistán, que dejó 128 muertos y 122 heridos.
Los atentados comenzaron a disminuir en 2014 tras una ofensiva de las autoridades paquistaníes, pero las señales de su resurgimiento son cada vez más claras mientras empeoran las relaciones entre Pakistán y un Afganistán bajo el Gobierno interino de los talibanes, que se hicieron con el poder en agosto de 2021.