A pesar de que las lluvias provocaron retrasos en la organización de la vigésima cuarta versión de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo (FILSD), esto no ha impedido que muchos ciudadanos acudan como todos los años.
Sin embargo, las quejas sobre el evento han prevalecido desde su inauguración el pasado viernes, a las que en el transcurso de la semana se han sumado escritores, expositores y conferencistas.
En estos casos, el común denominador de los reclamos es sobre la aparente desorganización de la Feria, y entre los críticos se encuentra la presidenta de la Academia Dominicana de la Historia, Mu-Kien Adriana Sang Ben.
La historiadora calificó esta edición de la FILSD2022 como un “esfuerzo enormemente desorganizado”, indicando que los encargados del pabellón donde se supone que se iba a llevar a cabo su conferencia no fueron avisados.
“La Feria Internacional del Libro es un esfuerzo enormemente desorganizado. Me tocaba ofrecer una conferencia en un lugar y no le habían notificado a los dueños del pabellón. ¡O sea que fue un desastre!”, escribió en Twitter Sang Ben.
Algo parecido ocurrió con el periodista Ángel García, quien también se quejó sobre la supuesta falta de organización, asegurando que no vio a nadie coordinar el pabellón donde realizó su exposición sobre los movimientos sociales en República Dominicana.
Igualmente indicó que por esto tuvo que auxiliarse de un amigo, añadiendo que a mitad de su ponencia la televisión que utilizaba como apoyo visual se apagó.
“Creo muy preocupante el grado de desorganización en la Feria del Libro, hoy me tocó realizar una conferencia: no vi a nadie coordinando el pabellón, tuve que pedirle a un amigo que me presentara y a mitad de la ponencia tuve que continuar sin presentación porque la TV rota se apagó”, tuiteó García.
Durante una visita realizada al pabellón de la Unión Europea (UE), invitado de honor de este año en la feria, los encargados comentaron a periodistas de Listín Diario que han recibido a escritores «confundidos», porque se les había comunicado que darían charlas o conferencias en el recinto, cuando en realidad, no estaban pautadas en su cronograma.
«Es un asunto de descoordinación con los organizadores de la feria (…), hasta este quinto día han venido tres escritores que les han informado mal sobre este tipo de cosas», indicó una de las supervisoras. No obstante, precisó que sobre la marcha se han ido corrigiendo los imprevistos.