SANTO DOMINGO.-El surgimiento de un nuevo sistema operativo para móviles que sustituya el Android podría ser el desenlace que cause la orden ejecutiva de Donald Trump, que prohíbe a empresas de su país vender equipos de hardware y software a Huawei.

La guerra comercial entre Estados unidos y China causó que la empresa de Ren Zhengfei fuera incluida en una lista en la cual sus integrantes necesitan un permiso del gobierno norteamericano para operar, por ser consideradas como peligrosas para la seguridad nacional.

Empresas como Google, Qualcomm, e Intel se han visto obligadas a sumarse a este bloqueo.

Huawei acelerará el proceso para obtener su propio sistema operativo y eso afectará a Google, ya que los demás fabricantes se verán en ese espejo y podrían hacer lo mismo”, opina el tecnólogo Danny Lantigua.

Pero no será tan fácil. Para el ingeniero César Lara reeducar a usuarios que están acostumbrados a tenerlo todo en un mismo lugar toma tiempo.

“Esta orden impedirá actualizaciones del sistema operativo y acceso al Play Store, imagínate un usuario que no tenga Gmail, Maps, Drive, es un caos”, explica Lara.

Crecimiento

Según datos de Counterpoint Research, Huawei vendió en 2018 un total de 205.3 millones de móviles. Ha desarrollado independencia en la fabricación de chips 5G y ofrece equipos de variadas gamas adaptados a consumidores diversos, no obstante, aun depende del sistema operativo Android.

Ren Zhengfei, su presidente ejecutivo, afirmó que se habían anticipado a esta crisis, por lo cual estaban preparados para enfrentarla.

Expectativas

“Lo probable es que acuerden, ya que Trump tiene una fuerte presión interna de las empresas norteamericanas que dejan de percibir ganancias y ven reducida la influencia de su sistema operativo”, opina el ingeniero Hiddekel Morrison. Cree que en caso de no concretarse el acuerdo esto será el inicio de un nuevo sistema operativo.

Explica que tener el predominio del software nunca ha sido garantía de permanencia en el tiempo. “Recordemos que vivimos en una era donde los cambios se dan más rápidos y no se puede subestimar que en China se dé un gran desarrollo de software que convenza a los usuarios”, sentenció Morrison.