Con respecto a las supermemeces de Superman, de las que hablábamos la semana pasada, he aquí lo que comenta Francisco Ríos: “La fuerza necesaria para detener un móvil es más grande cuanto más corta sea la distancia de parada, así que, si paras a una dama que cae a pocos centímetros del suelo, el golpe contra tus poderosos brazos de acero será casi peor que si la dejas que se estampe contra el suelo. Tampoco tiene sentido parar el autobús que se abalanza contra el niño. Por muy fuerte que seas, la fuerza máxima que puedes hacer es el rozamiento de tus zapatos contra el suelo, así que si te pones entre el pobre niño y el autobús lo que pasará es que serás tú mismo el que golpee al chaval. De nuevo, es mejor dejar que el autobús le pase por encima que golpearlo con tus fuertes piernas; al menos, si las ruedas no pasan por ningún sitio vital, puede que se salve”.
Otro factor a tener muy en cuenta es la presión que ejercen las manos del superhéroe al levantar un gran peso o parar un vehículo en marcha. Aunque Superman tuviera la fuerza suficiente para levantar con una sola mano a, pongamos por caso, una ballena de 100 toneladas, la presión en el punto de apoyo, suponiendo que la superficie de la mano sea de uno 200 centímetros cuadrados, sería de unos 500 kilos por centímetro cuadrado: los dedos del hombre de acero se hundirían en el cuerpo del desventurado cetáceo como si fuera de mantequilla.
Y cuando Superman llega volando a gran velocidad, para detenerse ha de neutralizar la energía cinética de su cuerpo, tiene que “frenar” de alguna manera, y cuando se detenga la energía cinética se habrá convertido en una gran cantidad de calor. No puede posarse suavemente sin más, fresco como una rosa…
Jugando con la gravedad
Y al hablar de Superman, algunos lectores se acordaron de su planeta de origen, Kriptón, y de su intenso campo gravitatorio, lo que dio pie a algunas disquisiciones sobre la gravedad y sus hipotéticas variantes (ver comentarios de la semana pasada). En esa línea, cabe preguntarse qué pasaría si la atracción entre dos masas fuera inversamente proporcional a la distancia, en vez de a su cuadrado. Invito a mis sagaces lectoras/es a especular sobre esa ley de la gravitación universal simplificada.¿Qué pasaría si la atracción entre dos masas fuera inversamente proporcional a la distancia, en vez de a su cuadrado?
Volviendo a nuestro universo, y siguiendo con el tema de la atracción gravitatoria y las caídas, un típico problema “fermiano”, en el que no debe desalentarnos la falta de datos:PUBLICIDAD
Dos personas se tiran a la vez por sendas ventanas desde distintos pisos de un edificio en llamas, y una de ellas impacta en los cojines de rescate de los bomberos dos segundos antes que la otra. Afortunadamente, ambas personas salen ilesas. ¿Qué podemos deducir a partir de estos datos?
Carlo Frabetti es escritor y matemático, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha publicado más de 50 obras de divulgación científica para adultos, niños y jóvenes, entre ellos ‘Maldita física’, ‘Malditas matemáticas’ o ‘El gran juego’. Fue guionista de ‘La bola de cristal’.