AFP y Europa Press
El cambio pacífico y ordenado del poder en Estados Unidos se ve muy lejos y mientras el presidente electo, Joe Biden, se reunió por primera vez con su grupo que combatirá la pandemia del coronavirus, el gobierno de Donald Trump se niega a dar acceso al equipo del demócrata encargado de la transición.
La encargada de la Administración de Servicios Generales (GSA) se negó a firmar una carta que permite al personal designado por Biden Biden a comenzar formalmente el proceso, lo cual indica que Trump puede interrumpir la transferencia del poder prevista para el 20 de enero, de acuerdo con The Washington Post.
La GSA se encarga de entregar el dinero necesario (este año serán 9.9 millones de dólares) y dar acceso a funcionarios de gobierno, oficinas en todas las dependencias federales y equipo para el equipo de transición del ganador.
Sin embargo, a cuatro días de que los medios de EU dieran como ganador de la elección presidencial al candidato demócrata, la jefa de la agencia, Emily Murphy, no ha escrito la carta oficial que tradicionalmente se redacta horas después del anuncio del ganador, indica el Post.ADVERTISING
Esto podría llevar al primer retraso en la transición para el cambio de poder en la hitoria moderna de EU, con excepción del 2000, cuando la elección llegó hasta la Suprema Corte, quien dio el triunfo a George W. Bush sobre Al Gore.
Expertos citados por el Post indican que el acceso al gobierno saliente “es crítico” y que la reticencia de Trump puede durar hasta agotar todos los recursos legales, o hasta que el Colegio Electoral vote para proclamar al ganador, el 20 de diciembre, lo que daría al futuro gobierno de Biden poco tiempo para el cambio.
“Este comportamiento es claramente perjudicial para la transición ordenada del poder”, indicó el congresista demócrata Gerald E. Connolly.
La GSAestá en medio de la polémica debido a que arrendó una propiedad federal para uno de los hoteles de Trump, y permitió que el mandatario invirtiera personalmente en el plan para construir la nueva sede del FBI.ADVERTISING
En tanto, en una postura de ser ajeno a la resistencia de Trump, Joe Biden puso manos a la obra hacia su investidura el 20 de enero cumpliendo lo que anunció el sábado en su discurso de victoria: abordando la crisis sanitaria y económica desatada por el nuevo coronavirus.
Ayer imploró el uso del tapabocas contra el Covid-19 al lanzarse de lleno a organizar su próximo gobierno.
Podemos salvar decenas de miles de vidas si todos usan un cubrebocas; no son vidas demócratas o republicanas, son vidas estadounidensesJoe Biden / Presidente Electo
“Hoy comienza el trabajo”, dijo el exvicepresidente de Barack Obama, en una alocución desde su feudo de Wilmington, Delaware, tras realizar una sesión informativa virtual con la futura vicepresidenta, Kamala Harris, y su recién nombrado consejo asesor para luchar contra el virus.
En contraste con el republicano, acusado de minimizar desde el primer día la pandemia e ignorado los consejos de su propia célula de crisis contra el covid-19, el político demócrata aseguró que su gobierno estará guiado por la ciencia.
Por eso, insistió en el consejo número uno de los expertos para evitar contagios: el tapabocas, “el arma más potente” disponible por ahora.
Por su parte, Jason Miller, asesor de la campaña de Trump, insitió en que “admitir la derrota ni siquiera está en su vocabulario ahora mismo”.
En una entrevista con la cadena Fox News, Miller recalcó que la campaña de Trump seguirá adelante “presentando demandas y recurriendo a todos los métodos de recuento posibles”.
Los medios estadounidenses, sin embargo, reafirmaron las informaciones de que la práctica totalidad del círculo íntimo de Trump es “plenamente consciente” de la derrota y que el problema radica en cómo convencer al presidente de que haga “una salida elegante”.
Con información de Víctor Hugo Rico