Estados Unidos empieza a reabrir poco a poco su economía. Decisión que recae en los gobernadores y que no todos los estadounidenses apoyan. Tres estados permitieron, este viernes, la vuelta a la actividad de ciertas empresas, que reabrieron con restricciones.
Pese a que el número de muertos por COVID-19 supera ya los 50.000 y que los expertos en salud advierten de que es demasiado pronto para abandonar el confinamiento Georgia y Oklahoma han reabierto salones de belleza, spas y peluquerías. En Alaska los restaurantes y tiendas han levantado sus persianas.
“Estamos abriendo nuestro país. Es muy emocionante verlo. Tenemos mucho talento involucrado, desde gobernadores hasta personas que simplemente ayudan con las puertas”, ha señalado Donald Trump, presidente de Estados Unidos.
Texas fue el primer estado en empezar a relajar sus restricciones, el pasado lunes.
Otros gobernadores prefieren esperar. Mientras, muchos ciudadanos pierden la paciencia. La pandemia ha acabado ya con más de 27 millones de empleos en Estados Unidos. Las manifestaciones para exigir la inmediata reapertura de la economía se suceden.