La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de Estados Unidos (DARPA, por sus siglas en inglés) planea realizar pruebas de vuelo con dos armas hipersónicas a finales de este año, informa el portal de defensa Jane’s.
“[Son] dos conceptos muy diferentes, pero cuando hablas de [armas] hipersónicas, es bueno tener lo que considero redundancia intencional, porque es una tecnología difícil, por lo que los materiales y los sistemas de propulsión que resisten a 3.000 ° Fahrenheit no son temperaturas fáciles de alcanzar”, dijo Steven Walker, el director de DARPA, durante un desayuno del Grupo de Escritores de la Defensa con reporteros, el 1 de mayo. Walker respondió así a preguntas sobre los proyectos en curso del Pentágono, incluido el desarrollo de dos armas hipersónicas en conjunto con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos: el Tactical Boost Glide (TBG) y el concepto de arma hipersónica que requiere toma de aire para la combustión (HAWC).
En ese encuentro se abordaron los proyectos que el Pentágono tiene en curso, como el Tactical Boost Glide (TBG) —sistemas hipersónicos de impulso de planeo— y el misil HAWC, diseñado por Lockheed Martin para utilizarse desde aviones de combate embarcados.
La DARPA cerró el contrato para el desarrollo del HAWC por un monto que rondó los 928 millones de dólares en abril de 2018. De acuerdo con el modelo gráfico presentado, el avión sigiloso portará dos de esos misiles en pilones exteriores, uno bajo cada ala.
Como indica su nombre, HAWC tendrá una velocidad superior a 5 Mach, empleará el oxígeno atmosférico como oxidante de su motor y podría maniobrar en vuelo, al igual que otras armas hipersónicas.
Presumiblemente, ese misil lo podrían utilizar tanto los cazas embarcados F-35C como otros aviones de combate de la Marina de EE.UU., como el Super Hornet F/A-18E/F. Otras versiones de este proyectil se adaptarían para aeronaves como Boeing P-8 Poseidon o B-1 Lancer.