Las autoridades españolas desarrollan este lunes una operación en las oficinas y propiedades de Raúl Morodo, exembajador de España en Caracas, por el presunto blanqueo de capitales de unos cuatro millones de euros provenientes de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).

Cuatro personas han sido detenidas hasta ahora, entre ellas, Alejo Morodo, hijo del exdiplomático. La acción es llevada a cabo por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) de la Policía Nacional española por orden de la Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción, recoge Europa Press.

El también catedrático de Derecho Constitucional es reclamado por las autoridades por presuntos delitos de corrupción en las transacciones internacionales y por supuestos trabajos de asesoría legal a la principal petrolera venezolana, que posteriormente fueron blanqueados a través de testaferros en Panamá y otros países latinoamericanos.

Morodo se desempeñó como embajador de España en Venezuela entre 2004 y 2007, durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

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: La Policía Nacional de España revisó este lunes las oficinas en Madrid del exembajador de España en Venezuela Raúl Morodo por blanqueo de dinero a través de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) En breve más información

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Entre 2008 y 2012

Según las indagaciones policiales, el hijo del catedrático habría cobrado cuatro millones a PDVSA, entre 2008 y 2012, por supuestas asesorías, según una serie de facturas y contratos que forman parte de la investigación. En ese lapso, su padre ya no cumplía las funciones diplomáticas.

Alejo Morodo realizó estas transacciones con la petrolera venezolana durante la gestión de Rafael Ramírez, quien se desempeñaba como presidente de PDVSA y ministro de Energía y Petróleo, y que actualmente es investigado por el Ministerio Público venezolano por su presunta relación con una red de legitimación de capitales en la banca privada de Andorra, en la que está implicado Diego Salazar, su primo hermano.

La Fiscalía venezolana ha detenido a unos 80 funcionarios, entre altos cargos, gerentes y un ministro de PDVSA, que están vinculados a una extensa red de corrupción internacional que causó pérdidas multimillonarias al país suramericano.