Víctor Hugo Rico | El Sol de México
MADRID. El estrés hídrico y las sequías severas están afectando incluso a países europeos tradicionalmente frescos, que han impuesto restricciones de consumo de agua para asegurar el abastecimiento.
La sequía más grave de Europa en décadas afecta a hogares, fábricas, agricultores y mercancías, y expertos advierten que los inviernos más secos y los veranos abrasadores alimentados por el calentamiento global significarán que la escasez de agua será “la nueva normalidad”.
España, en alerta por nueva ola de calor
En Europa, países como España, Alemania, Reino Unido, Italia, Portugal o Polonia están padeciendo temperaturas mucho más altas de lo normal, con efectos en sus reservas de agua y el suministro hídrico y también en la actividad económica y social, entre otras.
El Observatorio Europeo de la Sequía de la UE calculó que 45 por ciento del territorio del bloque estaba bajo advertencia de sequía en julio, y 15 por ciento ya estaba en alerta roja, lo que llevó a la Comisión Europea a advertir de una condición crítica en varias regiones.
En Europa meridional, tras tres olas de calor desde que empezó el verano, España ha visto ya mermado el volumen de agua a mínimos históricos de de 40 por ciento de su capacitad total y son varias las comunidades autónomas con restricciones al consumo del agua.
En Francia, el gobierno activó una unidad de crisis para hacer frente a una sequía que fue descrita como la peor del país desde que iniciaron los registros en 1958.
Más de cien municipios franceses no tienen agua potable y están siendo abastecidos por camiones.
“Los estudios de cambio climático advierten que las sequías van a ser más intensas, frecuentes y prolongadas”, dijo la organización New Water Culture al diario británico The Guardian. “Esta va a ser la nueva normalidad”.