WASHINGTON. El presidente electo Joe Biden prometió restaurar el liderazgo mundial de Estados Unidos durante la campaña, pero después de casi cuatro años en los que el republicano Donald Trump rompió las normas, el regreso de la diplomacia estadounidense tradicional se presenta difícil en un mundo cambiado.

Biden ingresará a la Casa Blanca con mucha más experiencia en política exterior que cualquier presidente en décadas, tras su ajustada victoria sobre Trump. Y en varios temas, la ruptura con la era Trump será obvia.

Biden quiere volver al Acuerdo de París sobre el clima y a la Organización Mundial de la Salud, que Trump abandonó. Y quiere organizar en su primer año en la Casa Blanca una “cumbre de las democracias”, reafirmar su apego al multilateralismo y enmendarse con los aliados occidentales menospreciados por la diplomacia trumpista.

Biden prometió avanzar en la lucha contra los desafíos globales, como el cambio climático y la pandemia de Covid-19, e instó a una mayor firmeza en el respeto de los derechos humanos por parte de aliados como Arabia Saudita, Egipto y Turquía, cuyos líderes han cortejado a Trump.

VIRAJE EN LATINOAMÉRICA

En relación a Latinoamérica, el enfoque de Biden sería el opuesto al de Trump. Su lenguaje no sería agresivo e insultante, sino respetuoso, enfatizando las asociaciones y consultas en lugar de las tácticas de acoso e intimidación.

Sobre el combate al narco probablemente reaparezca la noción de ‘responsabilidad compartida’, que no se escuchó en Washington en los últimos cuatro años”.

Expertos consideran que será “poco probable” que Biden reviva sus años con Obama. Las circunstancias han cambiado drásticamente, lo que se refleja en la crisis económica, producto de la pandemia, que ha devastado la región. La situación en Venezuela ha empeorado desde que Obama dejó el cargo y exigiría un replanteamiento bajo el gobierno de Biden.

Biden muy probablemente no menospreciará a los aliados extranjeros ni amenazará con iniciar una guerra con un tuit, pero tampoco será opuesto de Trump.

Al igual que el magnate inmobiliario, suele enfatizar sus habilidades de negociación y sus vínculos personales con los líderes en lugar de plantear una gran estrategia geopolítica.

Biden concuerda, sin embargo, con Trump en varios temas clave.

En línea con el creciente enfoque bipartidista en Washington sobre China, Biden también ha pedido firmeza con relación al comercio, la seguridad y los derechos humanos, y los dos candidatos intercambian críticas sobre quién sería más duro con el gigante asiático.

Biden se centrará más en crear una red de alianzas en Asia, “no para evitar el ascenso de China, porque eso está más allá de la capacidad de Estados Unidos, sino para moldear el entorno en que emerge”, según los expertos.