El FBI se lanzó a registrar Mar-a-Lago, la mansión de Donald Trump en Palm Beach (Florida), en busca de pruebas de la comisión de al menos tres posibles delitos. Los tres aparecen reflejados en la orden de registro, publicada este viernes por el juzgado del sur de Florida que autorizó la entrada en la residencia de Trump. El fiscal general pidió que se publicase por interés general y el expresidente, que hasta ahora había preferido no revelarla.
Entre estas había numerosos ficheros marcados con el logotipo de “top secret”, el nivel de seguridad más alto en Estados Unidos. Unas circunstancias que son las que fundamentan la orden de registro de Mar-a-Lago de la agencia federal. En la que se recoge una investigación a Trump por obstrucción a la Justicia y una posible violación de la Ley de Espionaje.
Como informa The Wall Street Journal, la operación de la policía federal se saldó con la recuperación de hasta 20 cajas de documentación, según el inventario realizado tras la intervención en la mansión de Florida. En estas había carpetas de fotos, una nota manuscrita y la orden ejecutiva para conceder el indulto al exasesor de Trump Roger Stone. Otra parte de la documentación rescatada incluía información sobre el “presidente de Francia”, en referencia a Emmanuel Macron. Mientras que otros estaban destinados a ser de consulta exclusiva en edificios gubernamentales.
El contenido de esa documentación es la que habría motivado una investigación inédita por parte del FBI contra un expresidente. Como informa Politico, la orden de registro de Mar-a-Lago muestra que Trump está siendo investigado por haber violado la Ley de Espionaje. A estos posibles delitos se sumaría la obstrucción a la Justicia y la eliminación y destrucción de archivos. Una serie de irregularidades que pueden implicar condenas a multas millonarias o el ingreso en prisión.
Estos documentos señalan que los investigadores consideran una grave amenaza para la seguridad nacional que Trump se hubiera llevado toda esa documentación. El temor a que su contenido pudiera ser difundido es lo que provocó que el fiscal general de EEUU, Merrick Garland, aprobara algo tan inédito como el registro de una propiedad de un expresidente del país.
Delitos penados con cárcel
Los delitos por lo que investigan al expresidente pueden tener distintas consecuencias. Para empezar, tanto él como cualquiera que le haya ayudado a llevarse y a ocultar los documentos pueden haber quebrantado las leyes federales. El delito más grave sería el de vender secretos de Estado a un gobierno extranjero. Aunque los precedentes corresponden a violaciones mucho menores de la Ley de Espionaje, como la ha ocurrido a varios funcionarios declarados culpables por poseer documentos a los que no se debería tener acceso.
A lo anterior hay que sumar la acusación de que puede haber escondido o destruido documentos oficiales. Unos hechos que están castigados con más de tres años de cárcel y la prohibición de acceder a cargos públicos. Para que esto ocurra, los investigadores deberán demostrar que el expresidente sabía que al llevarse las cajas de información clasificada estaba haciendo algo contrario a la ley.
Varios niveles de seguridad
Toda esta documentación está recogida en un listado de tres páginas, que forma parte de otro archivo de siete páginas. Dentro de este último se encontraría además esa orden de registro de la mansión de Mar-a-Lago, que puede hacerse pública próximamente. Algo que ocurrirá después de que el propio Trump apoyara la iniciativa del fiscal general, que pidió al juez que le permitiera levantar el secreto ante las críticas y los ataques de Trump y de sus simpatizantes de tras el registro.
En el listado destacan las referencias a la protección de los distintos documentos recuperados por el FBI. Estos van de los que son “clasificados varios”, “top secret” o “información sensible compartimentada”, siendo esta última la información clasificada menos protegida que las anteriores. En concreto, había cuatro carpetas de documentos de alto secreto o “top secret“, tres de documentos secretos y otras tres de documentación confidencial.
Estas últimas revelaciones llegan tras conocerse que entre la documentación que Trump poseía en Mar-a-Lago habría informes relacionados con armas nucleares. Algo que el expresidente ha tachado de “montaje” en un mensaje de la red social de su propiedad, Truth Social. De hecho, varios colaboradores de este han asegurado que la información obtenida en Florida ya había sido desclasificada antes de que acabase su mandato.
Dudas sobre su candidatura
Estas graves acusaciones contra Trump, que son tan inéditas como el que se haga un registro en casa de un expresidente, pueden costarle su nueva candidatura a las elecciones de 2024. Pero no está claro que se lo puedan impedir. Aunque las leyes correspondientes establecen que el responsable de un delito así “perderá su cargo y será inhabilitado para ocupar cualquier cargo en Estados Unidos”, la Constitución de EEUU no especifica que esto sea una limitación para ser presidente.
Como señalan los expertos consultados por medios como The Washington Post, una posible condena a Trump será un “desafío constitucional”, ya que nunca ha ocurrido algo así. El texto constitucional del país es el que establece los requisitos para ser presidente. En ninguna parte dice que ser condenado por un delito, incluido uno que involucre documentos públicos, pueda impedir que alguien ocupe un cargo.