Activistas de la organización para la protección de tiburones Shark Allies advierten que la producción masiva de algunas vacunas contra el coronavirus, que contienen la sustancia escualeno, pueden poner en peligro a un alto número de escualos de diversas especies.
Estiman que se necesitarían sobre medio millón de estos peces para obtener una cantidad suficiente de dicha sustancia como para vacunar a toda la población mundial con dos dosis, lo que podría ser el caso, según algunos estudios que citan.
Se trata de una sustancia orgánica usada como adyuvante o suplemento de fármacos para incrementar la reacción inmune del organismo, obtenida del aceite de hígado de tiburón. En una petición dirigida a las autoridades reguladoras de medicamentos, Shark Allies afirma, sin embargo, que el escualeno también puede ser elaborado a partir de otras fuentes, como el azúcar de caña o las aceitunas.
Según los datos citados por esa organización conservacionista con sede en California (EE.UU.), de las 34 vacunas contra el covid-19 que están en la etapa clínica y las 142 en etapa inicial de pruebas, cinco usan escualeno de tiburón.
Los activistas llaman a desarrollar métodos alternativos de producción y a convocar más estudios sobre la efectividad del escualeno de origen vegetal en vacunas, aun cuando este último sea más caro.
Shark Allies, que se preocupa principalmente por la conservación de tiburones, ha demostrado que hasta tres millones de estos peces son matados cada año tan solo para obtener el escualeno. De igual modo reclama otros aspectos, como el poco control de calidad y la escasa transparencia en este mercado, lo que podría poner en peligro la producción de una vacuna a nivel global.