La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó un nuevo medicamento para tratar la falta de deseo sexual en las mujeres, el único además de Addyi, que entró al mercado en 2015.

El medicamento, que se llamará Vyleesi, será vendido por AMAG Pharmaceuticals y se podrá usar 45 minutos antes de tener sexo. Se aplica con una pluma autoinyectora en el muslo o el abdomen.

Obviamente estamos emocionados de poder darles otra opción a las mujeres“, dijo Julie Krop, directora médica de AMAG, con sede en Waltham, Massachusetts. “Hay mujeres que han sufrido de manera importante, prácticamente en silencio, debido a un padecimiento estigmatizado y muchas de ellas no saben que es una afección tratable”.

Durante años, la FDA ha enfrentado la presión de impulsar más tratamientos para mujeres con poco deseo sexual, un padecimiento conocido como trastorno de deseo sexual hipoactivo o anafrodisia. Los medicamentos para hombres que sufren de disfunción eréctil llegaron al mercado hace dos décadas.

Sin embargo, estos tratamientos para mujeres han causado controversia. El primer producto, Addyi, fue aprobado en medio de una campaña publicitaria respaldada por la industria en la que calificaron a los detractores de sexistas. No obstante, algunos opositores argumentaron que sus riesgos eran más grandes que sus beneficios. Addyi debe tomarse todos los días y no puede ingerirse con alcohol, pues la persona podría desmayarse.

Poco después de que salió a la venta, Addyi fue adquirido por Valeant Pharmaceuticals por 1000 millones de dólares y la empresa no lo promocionó como se debía. Valeant lo vendió de nuevo a sus propietarios originales en 2017 y las ventas del medicamento han sido mediocres.

Los representantes de la compañía no quisieron especificar cuánto costaría Vyleesi y dijeron que proporcionarían más detalles cuando el producto salga a la venta este año. Dijeron que esperaban que las aseguradoras cubrieran Vyleesi a una escala similar a la de Addyi y a la de los medicamentos de disfunción eréctil; la cobertura de estos medicamentos en los planes de seguro médico es variada.

La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual producida por una bacteria (Shutterstock)

La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual producida por una bacteria (Shutterstock)

La empresa, que fabrica otros productos para la salud de la mujer, calcula que casi seis millones de mujeres estadounidenses premenopáusicas sufren de bajo deseo sexual, un padecimiento que en la mayor parte de los casos no recibe tratamiento. La compañía dijo que el mercado podría representar unos 35 millones de dólares al año por cada uno por ciento de las mujeres que usen su producto. El medicamento fue desarrollado por Palatin Technologies, que autorizó que AMAG lo vendiera en Norteamérica en 2017.

Vyleesi, también conocido como bremelanotida, tiene algunas ventajas respecto de Addyi. Se usa solamente antes del sexo y puede tomarse con alcohol. Sin embargo, el medicamento también tiene desventajas: requiere de inyecciones con jeringa y, en las pruebas clínicas, el 40 por ciento sintió náuseas después de tomarlo. En total, el 18 por ciento de las mujeres desertó de la prueba, entre ellas el 8 por ciento que dejó de participar debido a las náuseas.

Además, alrededor del uno por ciento de las quienes tomaron Vyleesi informaron en los estudios que sus encías y partes de su piel se oscurecieron, un efecto secundario que no desapareció en casi la mitad de las participantes después de que detuvieron el tratamiento. La gente con hipertensión o cardiopatías —o los que están en alto riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular— no debe tomar el medicamento, advirtió la FDA.

Se demostró que el medicamento mejoró el deseo sexual y redujo la angustia en torno al sexo, pero no aumentó el número de “eventos sexualmente satisfactorios” que tuvieron de una manera estadísticamente importante.

Krop, de AMAG, dijo que la FDA ya no exige que las empresas que prueban fármacos para tratar la libido baja de las mujeres tomen en cuenta la cantidad de sexo que tienen las mujeres como una medida principal de evaluación. Eso se debe a que las mujeres con poco deseo sexual siguen teniendo sexo con sus parejas, solo que no lo disfrutan, comentó. “A menudo tienen sexo para complacer a su pareja o porque creen que es su deber, pues quieren conservar la relación”, dijo. “El problema es que les preocupan las relaciones sexuales de esa manera”.

Algunos detractores de la industria farmacéutica cuestionaron si Vyleesi era el ejemplo más reciente de una empresa que promueve una solución farmacéutica para algo que en realidad es mucho más complejo.

La anafrodisia desde hace mucho ha sido promovida por empresas que buscaban desarrollar tratamientos para mujeres. AMAG cuenta con un sitio web, unblush.com, que busca concientizar sobre el padecimiento; el fabricante de Addyi patrocina un sitio web similar.

“Creo que vale la pena señalar que el concepto de un nivel aceptable de libido conlleva un sesgo social”, dijo Adriane Fugh-Berman, profesora del Departamento de Farmacología y Fisiología del Centro Médico de la Universidad de Georgetown, quien estudia la publicidad farmacéutica. “Hacer que las mujeres se preocupen menos por el mal sexo que están teniendo es un objetivo cuestionable”.

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