Las tropas de EE.UU. comienzan a retirarse de Afganistán. Se espera que la operación se complete antes del vigésimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre.
Las tropas de EE.UU. empiezan a retirarse de Afganistán tal como anunció el jueves la Casa Blanca. El Pentágono despliega, sin embargo, fuerzas adicionales en la región para disuadir a cualquier grupo de posibles ataques. Biden ya adelantó que la retirada de las tropas comenzaría antes del 1 de mayo, con el objetivo de que la operación se complete antes del vigésimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
La guerra de Afganistán es la más larga de la historia de EE.UU. Comenzó en octubre de 2001 con la misión de dar caza al entonces líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, el “cerebro” de los atentados contra el World Trade Center.
Actualmente, hay unos 3 500 efectivos estadounidenses en Afganistán, mientras que la OTAN y sus socios mantienen a otros 7 000 soldados.
“Hemos aprendido algunas tácticas de nuestros entrenadores extranjeros que utilizaremos en futuras operaciones”, decía en lengua farsí Hafizullah, oficial afgano de la mission “Resolute Support” que tendrá que mantener la seguridad en el país tras la salida de las fuerzas extranjeras.
El presidente Biden prosigue con el acuerdo de retirada al que llegaron el pasado año los talibanes y la administración Trump.
Los talibanes multiplican sus ataques contra policías y militares afganos por lo que es difícil predecir el futuro del país.
Muchos analistas creen que la retirada de las fuerzas de la Alianza podría hundir a Afganistán en una nueva guerra civil o permitir el regreso al poder de los talibanes, que habían sido expulsados afinales de 2001.
El jefe de la diplomacia europea Josep Borrell no ha ocultado su decepción y lamentó la ausencia de un estado real en el país y el hecho de que los soldados de la OTAN sean considerados como “una fuerza de ocupación”.