El Gobierno turco abrió el pasado lunes varios mercadillos para vender verduras y hortalizas a mitad de precio, con el argumento de que los comerciantes se están aprovechando de la inflación. El precio de los alimentos subió un 31% en enero, y el presidente Recep Tayyip Erdogan ha dicho que “los están manipulando, los están disparando; es un intento de aterrorizar” a la sociedad.
Según esta medida, que se aplica de momentos solo en Estambul y la capital, Ankara, los compradores tienen derecho a un máximo de tres kilos de vegetales por persona, pero según el propio Erdogan podría ampliarse al arroz, las lentejas e incluso los productos de limpieza.Los comerciantes se han defendido diciendo que la carestía se debe a las tormentas que han afectado a las regiones agrícolas del sur, así como al aumento del coste del transporte. “Los precios se ven afectados por el coste de las bolsas de plástico, por los salarios, la cuota que hay que pagar por un puesto en el mercado, los impuestos, el combustible…”, dijo un tendero de un mercado de Estambul llamado Yusuf a la agencia Reuters. “El Gobierno, en cambio, no tiene estos gastos -añadió-. Todo se paga con el dinero de nuestros bolsillos”.