“La gente piensa que el ébola no existe”, dice Pascal Vahwere, un médico que trabaja para combatir la enfermedad en la República Democrática del Congo (RDC).

“Mi equipo fue atacado por hacer nuestro trabajo”.

El doctor Vahwere le contó a la BBC lo que sucedió cuando fue rodeado por una multitud enfurecida en marzo, mientras dirigía un pequeño equipo de trabajadores sanitarios que administraban vacunas en una aldea remota en la provincia de Kivu del Norte.

“De repente, una multitud se reunió con armas de fuego y machetes. No sabemos por qué vinieron a atacarnos. Nos asustamos. Hablamos con la gente a través de los líderes de la comunidad y apaciguamos a la multitud”.

Estos brigadistas de la salud identifican a quienes ya están contagiados por el ébola y los llevan a los centros de tratamiento. También ayudan a enterrar a los muertos.

Pero para estos equipos ir a una aldea infectada con ébola es una misión arriesgada.

Un trabajador de la salud dentro de la "zona roja" de un centro de tratamiento del ébola que fue atacado en la mañana del 9 de marzo de 2019.Derechos de autor de la imagenMSF
Image captionHombres armados atacaron un centro de tratamiento de ébola en Butembo, en el este de la República Democrática del Congo, matando a un policía e hiriendo a un trabajador de la salud.

Mientras la rápida propagación del virus está matando a más personas, los trabajadores de salud en la RDC enfrentan la furia de las turbas.

Esto es resultado de los rumores que se propagan como incendios forestales, a menudo a través de grupos de WhatsApp.

Al menos siete brigadistas fueron asesinados en 2019. La BBC habló con varios de los que luchan contra el ébola acerca de esta situación.

Los ataques

Los rumores dieron lugar a ataques mortales.

Del 1 de enero al 24 de julio de 2019, la Organización Mundial para la Salud (OMS) documentó 198 ataques contra instalaciones y trabajadores de salud con un balance de siete muertos y 58 heridos, según le dice a la BBC Sakuya Oka, gerente de comunicaciones de la OMS.

Richard Mouzoko (derecha) y el director del Institute of Tropical Medicine, Bruno Gryseels.Derechos de autor de la imagenINSTITUTE OF TROPICAL MEDICINE
Image captionRichard Mouzoko (derecha) murió durante un ataque al Hospital de la Universidad de Butembo.

La lista de muertos incluye a Richard Mouzoko, epidemiólogo de la OMS. Murió durante un ataque al Hospital Universitario de Butembo el 19 de abril. Otras dos personas resultaron heridas en ese ataque.

En mayo, los aldeanos del este de la República Democrática del Congo mataron a un trabajador de la salud y saquearon un centro de tratamiento.

El 15 de julio, dos trabajadores involucrados en la campaña de prevención del ébola fueron asesinados en sus propios hogares en la provincia de Kivu del Norte.

Propagación

La frecuencia y la letalidad de los ataques está afectando la lucha contra la epidemia.

Mientras tanto, la enfermedad gana terreno.

En 224 días se llegó a la cifra de 1.000 casos reportados, pero solo 71 días después ya había 2.000 infectados.

Un oficial de policía está de guardia frente a una ventana llena de agujeros de bala en un centro de tratamiento de ébola, que fue atacado el 9 de marzo de 2019 en Butembo.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl gobierno congoleño desplegó el ejército y la policía para proteger a los trabajadores de la salud.

“Hoy (lunes) tenemos 57 casos de ébola en el centro de tratamiento de Beni. Esto significa que nuestra carga de trabajo es muy alta”, dice el doctor Freddy Sangala.

El ébola se transmite a través de los fluidos corporales de una persona infectada, como la sangre, o a través de objetos como mantas y ropa contaminada con estos fluidos.

No existe cura para el ébola, pero el tratamiento temprano para síntomas específicos, así como el uso de terapia de rehidratación oral y líquidos por vía intravenosa, pueden aumentar las posibilidades de supervivencia.

Vacunación

Recientemente se ha estado administrando una vacuna para ayudar a prevenir la propagación del ébola en la RDC.

Enfermeras que trabajan con la OMS (Organización Mundial de la Salud) administran la vacuna contra el Ébola a un médico local en la ciudad de Mbandaka durante el lanzamiento de la campaña de vacunación contra el Ébola.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLos programas de vacunación se ven afectados debido a los repetidos ataques contra los trabajadores de la salud.

Unas 170.000 personas en contacto cercano con quienes ya estaban infectadas con ébola recibieron la vacuna.

Pero los ataques provocan interrupciones en la campaña de inmunización, lo que causa que la enfermedad se propague aún más.

Desconfianza y milicias

El brote de ébola se está produciendo en una región que alberga a más de 20 grupos rebeldes. El gobierno acusa a algunos ellos de atacar a equipos médicos.

“La tragedia es que tenemos los medios técnicos para detener el ébola, pero mientras no se detengan los ataques, será muy difícil poner fin a este brote”, tuiteó el 10 de mayo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

En Kivu del Norte, un grupo de milicianos llamado Mai-Mai estuvo detrás de algunos de los ataques contra centros de salud y trabajadores, según el gobierno.

Personal médico con ropa protectora antes de ingresar a un área de aislamiento en un centro de tratamiento del ébola en Goma.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionPor los ataques, algunos trabajadores de la salud tenían demasiado miedo de ser vistos con el kit de protección.

Otro grupo de milicianos, las Fuerzas de Defensa Aliadas (rebeldes ugandeses que operan en la RDC) también fueron acusados de causar una interrupción generalizada en las unidades médicas.

También hubo una serie de ataques de otros grupos no identificados en los centros de respuesta al ébola.

En un incidente en mayo, un grupo de familiares agredieron a trabajadores de la salud que supervisaban el entierro de un pariente.

Los desafíos de seguridad son dobles: grupos armados que estuvieron presentes en la región durante décadas y la hostilidad de la comunidad, que pasó de atacar instalaciones a atacar a los trabajadores”, dice Amy Daffe , subdirectora de la ONG Mercy Corps en la RDC.

Sarampión

Kate White es enfermera y parte del equipo de respuesta a emergencias de la ONG Médicos sin Fronteras.

White le explica a la BBC por qué hay un ambiente de sospecha.

“La falta de confianza de las comunidades proviene de más de 20 años de conflicto activo en el este de la RDC, donde el sistema de salud en general disminuyó y las poblaciones en muchas áreas fueron olvidadas”.

Una mujer se lava las manos con cloro mientras un trabajador de la asiste en una estación de lavado el 15 de julio de 2019 en Goma.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLas personas ahora son examinadas en los puntos de entrada en Goma.

“El hecho de que el ébola reciba tanta atención cuando el cólera, el sarampión y la malaria también están matando a las personas, contribuye a la percepción de que hay otra razón subyacente para la respuesta a la enfermedad”, dice ella.

Según UNICEF, “este año se reportaron al menos 1.981 muertes por sarampión en la RDC, más de dos tercios de ellas entre niños menores de 5 años”.

“Hasta el 23 de junio, se habían reportado casi 115.000 posibles casos de sarampión, mucho más de los 65.000 registrados en todo 2018”.

Aunque el sarampión ha matado a más personas que el ébola, no se le asignaron los recursos adecuados para combatirlo.

Ahora UNICEF está llevando a cabo una campaña de vacunación masiva contra el sarampión en el área afectada por el ébola en la provincia de Kivu del Norte.

Participación de la comunidad

Los trabajadores de la salud colaboran activamente con los líderes de la comunidad local para reducir la desconfianza.

“Necesitamos escuchar las preocupaciones de la población con la misma fuerza con la que queremos que nos escuchen”, dice White.

Los trabajadores de la salud están intensificando la participación comunitaria.Derechos de autor de la imagenWHO
Image captionA las poblaciones remotas se llega a través de la radio comunitaria, líderes sociales y las redes comunitarias.

“Nuestra respuesta debe adaptarse a los comentarios que nos brindan las comunidades y abordar sus otras necesidades de salud”.

White dice que la batalla de la percepción se puede ganar.

La confianza no se gana al ingresar a una comunidad una vez y hablar sobre qué es el ébola y cómo se transmite. Requiere construir relaciones a lo largo del tiempo”.

Charles Lwanga-Kikwaya poco después de regresar al trabajo.Derechos de autor de la imagenWHO
Image captionCharles Lwanga-Kikwaya está decidido a luchar hasta que se erradique la enfermedad.

Esto es particularmente cierto en el caso de Charles Lwanga-Kikwaya, un trabajador de la salud. Su equipo fue atacado el día de Año Nuevo en un punto de vacunación contra el ébola en RDC.

Después de pasar seis días en el hospital, incluyendo cuidados intensivos, fue dado de alta. Tras unos meses, regresó a su trabajo en la lucha contra el ébola.

“Debo seguir luchando hasta que termine la epidemia”, dice Lwanga-Kikwaya.

“No puedo dejar que mis amigos, mis hermanos y hermanas, mueran a causa de la enfermedad cuando tengo experiencia para detenerla”, dijo a la OMS.