Las autoridades mexicanas aprovecharon el feriado del Día de la Independencia Nacional en México, que incluye reuniones familiares con abundante comida típica y el infaltable “tequila”, para sacar del país este sábado al peligroso narcocapo Ovidio Guzmán, de 33 años, en medio del más absoluto sigilo.

Ovidio, hijo del líder del cartel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue extraditado a Estados Unidos entre imponentes medidas de seguridad en previsión de una reacción desesperada de esta poderosa banda que pudiera frustrar su traslado.

Con esta entrega, de la cual el gobierno mexicano no dio cuenta oficialmente, el presidente Andrés Manuel López Obrador se sacó la espina tras el escandaloso operativo del 17 de octubre de 2019, cuando una feroz resistencia de miembros de la organización de narcotraficantes evitó que Ovidio fuera detenido para su extradición a pedido de Estados Unidos.

En ese día luctuoso para la justicia, hombres armados al servicio de la banda montaron turbas para generar caos y organizaron tiroteos, incendiaron autos, colocaron barricadas y atacaron negocios con el fin de sembrar el pánico de miles de habitantes de Culiacán, capital del norteño estado de Sinaloa, donde ocurrió la detención, dejando un saldo de ocho muertos y 16 heridos.

Los delincuentes inclusive secuestraron un camión cisterna de gas en un complejo militar de viviendas de la ciudad y amenazaron con hacerlo explotar, por lo que horas después el gobierno se vio obligado a ceder y liberó a Ovidio, desatando duras críticas de la oposición.

El gobierno se reivindicó en parte el 6 de enero pasado cuando Ovidio fue recapturado en una acción “limpia” y mucho más organizada efectuada en horas de madrugada en el poblado de Jesús María, en la periferia de Culiacán, donde dormía el hijo de El Chapo Guzmán en casa de su madre. Al ser capturado, fue enviado rápidamente en un avión de la Fuerza Aérea hacia la Ciudad de México.

Joaquin "El Chapo" Guzman, líder narco del cartel de Sinaloa. Foto AP / Eduardo Verdugo

Joaquin “El Chapo” Guzman, líder narco del cartel de Sinaloa. Foto AP / Eduardo Verdugo

Ovidio Guzmán es la cabeza del grupo llamado “Los Chapitos”, integrada también por sus hermanos Jesús Alfredo y Joaquín, que tomó el mando del cártel tras la extradición a Estados Unidos de El Chapo el 19 de enero de 2017, un día antes del fin de la administración de Donald Trump.

Algunos expertos creen, sin embargo, que la mayor empresa criminal del país, con tentáculos en más de 50 naciones, en realidad se dividió entre Los Chapitos y el viejo amigo y compadre de El Chapo, Ismael “El Mayo” Zambada, con quien mantienen una guerra sin cuartel.

“Los chapitos” y las sobredosis de fentanilo en Estados Unidos

De acuerdo con expertos, los Chapitos comenzaron a producir fentanilo en 2014 en un laboratorio improvisado en una vivienda en Culiacán, gracias a los precursores químicos que llegaban de China y luego enviaban la droga a Estados Unidos por la frontera de California en San Diego.

“Para controlar que no hubiera espías en la organización, Jesús Alfredo ordenaba fusilar enemigos y torturar a quienes parecían soplones”, señaló Peniley Rodríguez, columnista del diario Reforma, quien dijo que entre 2018 y 2021 Ovidio ganó 24 millones de dólares por sus exportaciones ilícitas de unas 400.000 pastillas de la peligrosa sustancia cada año.

Para la agencia antidrogas de Estados Unidos, ellos son los auténticos responsables de la actual epidemia de sobredosis de fentanilo que azota a Estados Unidos y que arrojó más de 110.000 muertos en 2022.

Desde su aparición, el fentanilo se elaboraba puro al principio. Pero en la actualidad los narcotraficantes lo mezclan con crystal y heroína para evitar la muerte inmediata de los adictos.

El vistoso desfile de varios miles de militares que sirvió de pantalla para la extradición se celebró el sábado en la capital mexicana.

Cerca de la medianoche, el presidente López Obrador inició los festejos con un acto desde un balcón del Palacio Nacional, donde tocó una campana para conmemorar el 213° aniversario del inicio de la independencia de México de España. Cada año, se recuerda así la exhortación a las armas -el llamado “Grito de Independencia”- que hizo Miguel Hidalgo para comenzar, en 1810, una lucha que culminó en 1821.

DS