En 1982, un joven investigador psicodélico que estudiaba en el New College de Florida se embarcó en un taller de un mes de duración con el padrino de la investigación médica psicodélica Stanislav Grof en el legendario Instituto Esalen en Big Sur, California. Fue aquí que este joven se enteró de una droga llamada MDMA, todavía legal en ese momento. Poco se dio cuenta de que este sería el comienzo de una búsqueda de por vida para legitimar una droga a los ojos de un mundo en el que pronto se convertiría en tabú. Este viaje tomaría más de 35 años …
En persona, Rick Doblin es un hombre modesto, bajo, de pelo desaliñado, amistoso y entusiasta con un intelecto nítido. En diciembre de 2017, estuvo en Australia para hablar sobre su trabajo en el Simposio Psicodélico de Entheogenesis Australis, la conferencia más importante de Australia sobre medicina e investigación psicodélica. Hace siete años, Doblin apareció en la misma conferencia como orador principal. En aquel entonces, habló de forma inspiradora acerca de cuán lejos había llegado la comunidad de investigación para devolver MDMA a contextos terapéuticos, pero incluso en 2010 todavía se sentía un poco como un sueño imposible.
A pesar de sus resonantes aplicaciones clínicas positivas, ¿estaba listo el mundo para convertir el “éxtasis” en un medicamento recetado? …
En 2017, Doblin compareció ante la audiencia de Entheogenesis Australis y anunció con orgullo las recientes decisiones de la FDA para trasladar la investigación a las etapas finales de la Fase 3 y etiquetar el tratamiento con la importante designación de “Terapia de avanzada”. Fue un momento triunfal, pero para Doblin fue el fruto de más de 30 años de trabajo luchando contra la burocracia, los prejuicios institucionales y el conservadurismo político sofocante