La justicia de El Salvador decidirá esta semana si condena a 20 años de cárcel a una joven salvadoreña de 20 años encarcelada por presuntamente haber intentado abortar a su hija. Se espera que Imelda Cortez, quien quedó embarazada a la edad de 18 años tras haber sido violada por su padrastro, comparezca ante el tribunal el lunes por cargos de intento de asesinato agravado.
Cortez niega haber intentado abortar a su bebé, que ahora tiene dos años, lo cual es un delito bajo cualquier circunstancia en la nación centroamericana. Si es declarada culpable, Cortez podría enfrentar hasta 20 años de cárcel, dijo su abogada Alejandra Romero.
Los jueces considerarán la evidencia médica presentada por los médicos para determinar si Cortez intencionalmente intentó inducirse un aborto y condenarla por intento de asesinato, o si deciden liberarla. “Imelda está desanimada. Su caso podría ir en cualquier dirección”, ha explicado Romero a Reuters. “Pero si el juez es objetivo y analiza las pruebas, que no demuestran que haya dañado a su hija y cometido un delito, Imelda debe ser liberada”, dijo.
Independientemente de la culpabilidad o inocencia de Cortez, la severa pena a la que se enfrenta ha reavivado el debate sobre la prohibición total del aborto bajo cualquier circunstancia, incluso para las víctimas de violación, en El Salvador.
”Imelda fue violada repetidamente por su padrastro desde la edad de once años. Las pruebas de ADN demuestran que su hija es la hija de su padrastro”, explica Romero, agregando que el padrastro ha sido encarcelado por cargos de violar a un menor.