La profunda crisis económica que agobia a Venezuela, acentuada por una hiperinflación fuera de control, quedó al desnudo de modo brutal esta semana con la muerte de dos ancianos por desnutrición en Caracas.
La noticia desgarradora generó consternación en la opinión pública que, indignada, clamó por “justicia” en un país donde 8 de cada 10 ciudadanos están hundidos en la miseria, de acuerdo con un estudio de una ONG local.
Luis Francisco Cabezas, director general de la organización Convite, afirmó que la muerte de los dos adultos mayores por inanición es la evidencia “más dramática de la emergencia humanitaria compleja que tiene Venezuela”.
“Vamos a seguir viendo casos como este de no haber respuesta urgente focalizada hacia el adulto mayor”, alertó.
En medio de la crisis por el coronavirus, algunos voluntarios ayudan a adultos mayores que están solos y les llevan comida. Foto: EFE
Los fallecidos, identificados como Silvia Margarita Sandoval Armas, de 72 años y su hermano, Rafael David Sandoval Armas, de 74 murieron de hambre en su departamento ubicado en el sector caraqueño Puente Hierro, a unos 10 minutos del Palacio de Miraflores, sede del Poder Ejecutivo, desde donde el el presidente Nicolás Maduro minimiza la gravedad de la crisis.
Cabezas advirtió que se trata de “una muy realidad dramática, que no se suscribe a un hecho aislado, porque esto ocurre en todo el país”.
Además, precisó que unos 700 mil adultos mayores viven solos, y “a ellos hay que brindarles un soporte de vida nutricional”, mientras que 3,5 millones viven acompañados, “lo que no quiere decir que estén bien”.
“Las personas mayores están muy comprometidas desde el punto de vista nutricional, se requiere una atención de acuerdo con su historial médico”, señaló el experto.
Explicó que un estudio que realizaron en 602 adultos mayores reveló que “la mitad de esas personas solo hace dos comidas, 60% dijo que la mayoría de las veces han tenido que reducir su porción, y la mayoría lo que come es carbohidratos, yuca, ocumo, que les quita el hambre pero que se transforma en azúcar”.
Un paciente con coronavirus en un hospital de Caracas. Es su hija la que lleva comida y lo atiende, ante la escasez de médicos y de insumos. Foto: AP
“Y uno de los principales padecimientos de los adultos mayores es la diabetes”, agregó.
Al mismo tiempo, destacó que la pensión que cobran no llega a un dólar al mes, y “eso hace que sean cada vez más rehenes de la caja CLAP (de alimentos que el gobierno vende a precios subsidiados), que cada vez tiene menos alimentos”.
“Se requiere que hagan una pausa en el pulso político, la oposición y el gobierno, y decidan pedir préstamos para ayudar a los adultos mayores porque si no vamos a tener cientos de miles de ancianos muertos por inacción”, alertó.
A su vez Rafael Narváez, defensor de los derechos humanos, responsabilizó al régimen de Maduro por la muerte de los dos adultos mayores por desnutrición, y afirmó que “la indolencia e indiferencia hacia los jubilados y trabajadores en general constituyen una grave violación al derecho a la alimentación, a la salud y al trabajo”.
“El hambre de la gente pobre no es prioridad para los altos funcionarios del régimen, para ellos lo más importante es mantenerse de manera perpetua en el poder sin importar el bienestar social de los ciudadanos”, fustigó.
El gobierno de Maduro mantiene diversos programas sociales, a través de la llamadas misiones en atención al “adulto mayor”, y en el presupuesto para el ejercicio fiscal del año 2021, otorgó más de 76% de los recursos a la inversión social del pueblo. Pero no alcanza.
De acuerdo con un informe de HumVenezuela,una ONG local, al menos el 90% de la población no cuenta con ingresos suficientes para pagar los precios de una canasta de alimentos y de servicios básicos, lo que significa que, unas 26,1 millones de personas tienen dificultades para comer y para atender otras de sus necesidades más elementales en esta nación sudamericana.
Por Milagros Rodríguez, agencia ANSA