Un nuevo enfoque imaginativo para la construcción de puentes se demostró por primera vez en Austria la semana pasada, donde los ingenieros han conectado los lados opuestos de dos ríos con un novedoso método de construcción similar a abrir un paraguas. Estos puentes desplegables prometen una serie de beneficios sobre las técnicas tradicionales, ahorrando un tiempo considerable, dinero e impacto en el paisaje local.
En términos generales, los puentes se construyen pieza por pieza mediante el uso de andamios, o a través de pilares que actúan como estructuras verticales de carga, ya que el puente se construye cuidadosamente hacia afuera en cualquier dirección, poco a poco para mantener el equilibrio. Durante más de 15 años, los investigadores de la Universidad Tecnológica de Viena (TU Wien) han estado trabajando en un enfoque diferente, y en realidad patentaron la idea en 2006. Se trata de vigas huecas montadas en un muelle en posición vertical, que son unidos en la parte superior y se despliegan suavemente hacia abajo.
“Las dos vigas están conectadas entre sí en la parte superior, directamente sobre el muelle”, explica Johann Kollegger, del Instituto de Ingeniería Estructural de TU Wien. “Con los sistemas hidráulicos, esta unión se baja lentamente y las vigas se despliegan a ambos lados”.
Una vez que estas vigas huecas se han bajado completamente y son horizontales, se pueden llenar con concreto para completar los componentes estructurales clave del puente. Según el equipo, este enfoque conduce a puentes de la misma durabilidad que los construidos a través de métodos tradicionales, al tiempo que ahorra mucho tiempo. “Erigir puentes utilizando andamios generalmente lleva meses”, dice Kollegger. “Los elementos para el método de descenso equilibrado, por otro lado, se pueden configurar en dos o tres días, y el proceso de descenso tarda unas tres horas.
Para construir estas conexiones, se bajaron vigas huecas de 36 m (120 pies) a cada lado de un muelle, creando una estructura que mide 72 m (240 pies) de largo en total. Las brechas entre estas vigas horizontales y los pilares se rellenaron con vigas suspendidas para completar un puente de 100 m (330 pies) de longitud sobre el río Lahnbach y 116 m (380 pies) sobre el Lafnitz. “Ahora que hemos demostrado que el método está bien diseñado y funciona perfectamente, esperamos que prevalezca y que pronto se convierta en uno de los métodos comunes de construcción de puentes que se utilizan en todo el mundo y que la autopista S7 se convierta en un pionero internacional ", Dice Kollegger.