SANTO DOMINGO.-El presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Luis Henry Molina, se comprometió a eliminar la mora judicial, ya que atenta contra el derecho a la justicia, y la enfrentará con determinación, como uno de los desafíos.

Así también garantizó el acceso a la justicia de las mujeres víctimas de violencia, de los niños y adolescentes, de las personas con discapacidad y de los empobrecidos.

“Ahí están las puertas de las casas de Justicia, que es en lo que se deben convertir los palacios de Justicia, en verdaderas casas de justicia para las personas”, aseguró Molina, tras ser posicionado en sus funciones por el presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, junto a los once jueces nuevos miembros de la SCJ.

“La justicia dispone de un capital humano extraordinario, sediento de los medios y las condiciones para poder realizar una mejor labor apoyándose en las plataformas digitales”, dijo el nuevo incumbente, al señalar como urgente la tarea de agilizar los procesos apoyándose con plataformas digitales.

El también presidente del Consejo del Poder Judicial (CPJ) dijo que este Poder es insuficiente si está solo. “La justicia vive bien en la independencia, pero no en el aislamiento”, precisó.

Agregó que la Justicia necesita del Gobierno, del Congreso Nacional, de la academia, de la sociedad civil, de los medios de comunicación y de toda la ciudadanía, por lo que buscará un consenso político y social, además del sustento técnico que demanda una tarea tan desafiante y “a la vez tan hermosa como lo es la causa de la justicia, y que lo hará bajo el precepto que le enseñara Luis Paulino Mora: “Es mejor convencer que vencer”.

El presidente de la SCJ motivó a los demás jueces de esa alta corte a enfrentar juntos esos desafíos. Confió en la profesionalidad de las personas del Poder Judicial, a quienes invitó a “hacer de la justicia un derecho, un servicio, un bien público y trabajar con honor, con dedicación, eficacia y sentido del deber”.

Expresó que ha aprendido de Paulino Mora que “la lucha por la justicia es una tarea de todos, y de todos los días, una tarea que hoy cada uno de nosotros asume con el firme compromiso de hacer posible un Poder Judicial más fortalecido, que dé garantía de los derechos de las personas. Que Dios nos dé la mano en este camino que empezamos a andar hoy”.