Los masajes relajantes, los licores, la ropa deportiva y las gafas de más de 2.500 euros son, para el presidente de Guatemala, el exhumorista Jimmy Morales, gastos que no tiene “que pagar” de su sueldo.
Cuando los medios le han preguntado por los 307.000 quetzales (34.089 euros) gastados en “lujos y regalos” que Morales ha endosado al erario público, el mandatario ha pedido que cualquier cuestión al respecto sea dirigida a la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia (SAAS).
La respuesta de éste organismo ha sido: “El señor presidente es ajeno a sus actuaciones administrativas”.
El Gobierno ha justificado estos gastos, considerados como “imprevistos”, asegurando que “son legales”, amparados por las facturas correspondientes, y ha argumentado que responde a la necesidad de “cuidar la imagen del presidente”.
La investigación, revelada por el periódico local Nuestro Diario, muestra que el líder guatemalteco, el mejor pagado de toda Latinoamérica con un salario mensual de 146.000 quetzales (16.211 euros), cobró al Estado una botella de whisky de 3.033 quetzales (340 euros), ropa deportiva, vitaminas, champú, pastillas de menta o un servicio de lavandería de 28.940 quetzales (unos 3.200 euros).
“¿Usted no se pregunta por qué le entregan ese par de gafas?”, ha inquirido un periodista al presidente al concluir un evento público. La respuesta de Morales: “A mí me entregan ese par de lentes. ¿Usted cree que yo ando buscando ese tipo de preguntas?”.
A mí me entregan ese par de lentes. ¿Usted cree que yo ando buscando por qué?Jimmy Morales, presidente de Guatemala
Antes de enfrentarse a los periodistas, Morales agradeció irónicamente a los medios “por mostrar todas las carencias que se tienen (en Guatemala)”, y añadió que por esa noticia “no se paga”.
“Gracias por ser los voceros de la realidad nacional y de lo que necesita Guatemala”, ha insistido, antes de pedir “que la prensa ayude al Gobierno con donaciones y a poder involucrar a toda la población”.
Morales ha asegurado que su Administración “tolera” la crítica, pues de lo contrario “ya no estaría acá (en el poder)”, además de apuntar que “nunca he tratado de tapar el sol con un dedo”, y ha manifestado ser consciente de que los problemas de país no se pueden solucionar en cuatro años.
Es el líder mejor pagado de Latinoamérica, con un sueldo mensual de 16.211 euros.
Según el portavoz presidencial, Heinz Hiemann, el presidente “no le solicitó nada de esto a la SAAS”, por lo que esa entidad deberá responder ante la Controlaría General de Cuentas (CGC). El gasto en ropa deportiva dice que fue para “atender una invitación del embajador de EEUU para jugar al tenis”.