El producto interno bruto (PIB) de China se disparó en un 18,3 % en el primer trimestre respecto al año anterior, impulsado por un aumento de la demanda y el apoyo del Gobierno a las empresas pequeñas, según los datos anunciados este viernes por la Oficina Nacional de Estadísticas del país asiático.
Se trata del aumento más fuerte desde al menos 1992, cuando comenzaron los registros oficiales trimestrales, si bien los resultados están sesgados por la caída de la actividad registrada un año antes a causa del coronavirus. La economía del gigante asiático se contrajo un 6,8 % en el primer trimestre de 2020, lo que supuso su peor desempeño desde al menos mediados de la década de 1960.
Sobre una base trimestral, el crecimiento entre enero y marzo de este año fue de solo un 0,6 % en comparación con el cuatro trimestre de 2020, cuando ya se observaba la recuperación.
El gasto minorista aumentó un 33,9 % en el primer trimestre con respecto al año anterior, mientras que la producción industrial creció un 24,5 %, y la inversión en inmuebles, fábricas y otros activos fijos se incrementó en un 25,6 %.
“Un buen impulso de crecimiento”
De esta forma, la economía mostró “un desempeño estable con una base consolidada y un buen impulso de crecimiento”, señala la Oficina Nacional de Estadísticas en un informe.
A pesar de este “impulso continuo de recuperación estable”, el organismo recuerda que la pandemia “aún se está extendiendo a nivel mundial” y que el panorama internacional se complica “con altas incertidumbres e inestabilidades“. Las bases de la recuperación económica china “aún no se han consolidado”, mientras que “los problemas estructurales persistentes siguen siendo prominentes con nuevas situaciones y problemas que surgen del desarrollo”, advierte el informe.