Un grupo de unos mil marineros del portaaviones nuclear estadounidense Theodore Roosevelt comenzaron el miércoles a bajar a tierra en la isla de Guam, dos días después de que el capitán del barco pidiera ayuda desesperada al Pentágono por el peligro que corren de contraer el coronavirus. En el buque hay casi 4.000 marineros encerrados con un brote de coronavirus que ya afecta a 100 de ellos. La denuncia le ha costado cara al capitán Brett Crozier. El jueves fue relevado del mando. El secretario de la Marina había expresado su descontento con la filtración de la carta.
“No estamos en tiempo de guerra. No tienen por qué morir marineros”. El llamamiento en muy duros términos de Crozier a sus jefes de la Marina para que organizaran el desembarco del Roosevelt trascendió a los medios nada más llegar la carta al Pentágono el martes. Solo una pequeña parte de los camarotes de los oficiales permitían seguir las recomendaciones de aislamiento de las autoridades sanitarias.
Algunos marineros habían podido desembarcar, pero se encontraban en cuarentena en grupos, no aislados. Crozier pedía que se habilitara el acomodamiento que fuera necesario en Guam para toda la tripulación menos un retén del 10% que se quedaría en el barco. El secretario de la Marina, Thomas Modly, dijo el miércoles que no estaba de acuerdo con esta estimación, puesto que en el barco hay armas y material sensible que necesitan estar vigilados y operativos.
El jueves, Modly anunció el relevo de Crozier como comandante del Roosevelt. “He perdido la confianza en sus capacidades”, dijo a los periodistas. Según el responsable de la Marina, Crozier se dejó llevar por sus emociones al escribir una carta en ese tono. Además, envió la carta “fuera de la cadena de mando”. El día antes, Modly había expresado su enfado con el hecho de que la carta se hubiera filtrado a los medios casi inmediatamente, pero había dicho que no habría represalias contra el capitán.
La carta, sin embargo, dio resultado. A pesar de que Modly no está de acuerdo en desembarcar al 90% de los marineros, dijo que 2.700 de los más de 4.800 tripulantes van a bajar a tierra esta semana. Más de un centenar han dado positivo por coronavirus y el propio Modly reconoció que el número final de infectados puede aumentar “en cientos”. El problema para desembarcar era la falta de alojamientos disponibles en tierra en Guam.
El Theodore Roosevelt, con base en San Diego, California, se encontraba en el Pacífico cuando se detectó el primer caso de coronavirus hace una semana. El número de infectados pasó a casi 100 durante el fin de semana pasado.
La gobernadora de Guam, Lourdes León Guerrero, había indicado que a los habitantes de la isla no les gusta la idea de que desembarquen los marineros norteamericanos, pues ya tienen sus propios casos de contagio. El Pentágono le dio garantías de que estarán completamente aislados de la población.