El secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, autorizó el uso de tropas y otros recursos militares en la frontera con México, informaron el viernes funcionarios, lo que escala el enfrentamiento del presidente Donald Trump contra una caravana de migrantes centroamericanos que viajan hacia el país.
Los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que la autorización de Mattis no incluía un número preciso de tropas, algo que se determinaría más adelante, y no es en sí una “orden de despliegue”.
El Pentágono no se refirió al posible número de soldados, que funcionarios estadounidenses habían dicho el jueves a Reuters que podrían ser al menos 800 en servicio activo y que podrían comenzar a desplegarse desde el martes.
El Ejército de Estados Unidos dijo que Mattis había autorizado a los soldados para que proporcionen “capacidades para mejorar la misión” de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, incluido el apoyo de ingeniería para ayudar a construir barreras y viviendas temporales.
Los pilotos, en tanto, brindarían transporte para autoridades civiles del Gobierno, agregó en un comunicado.
Un funcionario estadounidense dijo a Reuters que algunos de los soldados podrían ser llamados para colaborar en el control de tránsito y de multitudes en el lado estadounidense de la frontera, posiblemente ayudando a controlar a manifestantes. Hasta el viernes no estaba claro si las tropas estarían armadas.
Autoridades hicieron hincapié en que los soldados estadounidenses no participarán en ninguna actividad policial, algo que está prohibido bajo la ley de Estados Unidos, y en cambio se concentrarían en roles de apoyo en áreas como infraestructura y logística.
El legislador Adam Smith, el demócrata de mayor rango en la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, criticó la movilización de fuerzas. “No hay absolutamente ninguna razón para seguir politizando y militarizando esta crisis humanitaria”, afirmó.
Con información de Reuters