El papa Francisco pidió este lunes disculpas a las víctimas de abusos sexuales, tras el escándalo provocado en Chile por su apoyo a un controvertido obispo debido a que no hay “pruebas” contra él, una expresión que, reconoció el pontífice, había “dolido”.

“El caso de (el obispo) Barros se estudió, se reestudió, y no hay pruebas. Es lo que quise decir. No tengo pruebas para condenarlo. Y si yo condenara sin prueba o sin certeza moral, cometería yo un delito de mal juez”, dijo Francisco, que cree en la inocencia del obispo.

“El día que me aporten una prueba contra el obispo Barros, lo hablaré con ustedes. No hay una sola prueba contra él. Todo es calumnia. ¿Está claro?”, había dicho el jueves pasado ante periodistas chilenos.

En un país en el que el catolicismo pierde terreno, Francisco chocó al defender a monseñor Juan Barros, obispo sospechoso de haber guardado silencio sobre los actos de un viejo cura pedófilo apartado del sacerdocio por el Vaticano.

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El papa Francisco llega a la playa de Lobito para oficiar una misa multitudinaria el 18 de enero de 2018, en la ciudad de Iquique (Chile) /EFE

Un punto esencial “es lo que sienten las víctimas de abusos. Y debo pedir disculpas, porque la palabra prueba ha herido a muchas víctimas. Pero yo tengo que buscar la evidencia. Y pido disculpas. Es una herida (hecha) sin quererlo”, reconoció en el avión de regreso al Vaticano.

“Ustedes me dicen que hay víctimas, pero no las vi, no me fueron presentadas”, argumentó en Chile, retomando la palabra “calumnia”.

Aunque, ya en el avión de vuelta de Chile y Perú, donde también estuvo de visita, reconoció que “hay muchas personas que sufrieron abusos que no pueden aportar pruebas”.

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El papa Francisco hace una declaración a los periodistas a bordo del avión durante el vuelo de regreso a Italia tras su visita apostólica a Sudamérica / EFE

“Sé cuánto sufren”, dijo el Sumo Pontífice, que recibió en Chile a dos víctimas de abusos, con las que “rezó y lloró”, según el Vaticano.

“El drama de las víctimas de abusos es tremendo. A mí me toco atender, hace dos meses, a una mujer víctima de abuso hace 40 años. Casada, con tres hijos, esa mujer no recibia la comunión desde esa época, porque en al mano del cura veía la mano del abusador. No podía acercarse. Y era creyente. Era católica”, contó.

El sábado, el cardenal Sean Patrick O’Malley, quien dirige una comisión antipedofilia en el Vaticano, destacó la sinceridad de Francisco, y afirmó que aboga por la tolerancia cero ante la pedofilia en la Iglesia.

“Agradezco al cardenal O’Malley, porque ha dicho todo lo que hago y hace la Iglesia” contra la pedofilia, dijo el papa.