El mulá Mohamed Omar, que fue máximo líder de los talibanes de Afganistán, vivió durante años cerca de dos bases de Estados Unidos sin llegar a ser capturado, revela un nuevo libro que difundíó el pasado domingo el diario británico The Guardian.
El periódico recoge el contenido de Searching for an Enemy (“En busca de un enemigo”), una biografía del enigmático emir de los talibanes fallecido en 2013 que ha escrito la periodista holandesa Bette Dam después de una investigación de cinco años. En la obra, la escritora revela que Omar vivió a pocos metros de la base FOB Langman, que los estadounidenses construyeron en 2004 en Zabul, y posteriormente cerca de la base FOB Wolverine, en la misma provincia.
Tropas de EE.UU. registraron una vez la vivienda sin descubrir la habitación secreta
Según el libro, las tropas estadounidenses registraron una vez la vivienda pero no descubrieron la habitación secreta donde se escondía Omar, cuya puerta estaba oculta por un armario. El periódico recuerda que EEUU creía que el dirigente se ocultaba en Pakistán, como el líder de la organización terrorista Al Qaeda, Osama Bin Laden, y que habría muerto allí. De hecho, el Gobierno afgano llegó a decir en el 2015 que Omar había muerto en Pakistán.
Después de Kalat, Omar se trasladó a una cabaña en una aldea a unos 30 kilómetros al sureste de esa ciudad, en un distrito llamado Shinkai, donde eventualmente los estadounidenses construyeron también una base, FOB Wolverine, explica el rotativo. El emir de los talibanes falleció en ese lugar el 23 de abril de 2013, después de caer enfermo y rehusar atenciones médicas, afirma el libro.