El final de ‘Madame’, la mayor proxeneta de Cartagena
La mujer lideraba una red que explotó a más de 200 mujeres, muchas de ellas menores, de Colombia y Venezuela. Cuando cae la noche en Cartagena de Indias, la plaza del Reloj, una de las zonas más reconocibles de la ciudad amurallada, se llena de niñas y adolescentes convenientemente vestidas para aparentar más de 18 años. A su lado, hombres y mujeres se encargan de promocionarlas ante los visitantes que llegan a la capital del turismo del Caribe colombiano. Son víctimas de explotación sexual y trata de personas. Muchas de ellas, jóvenes de barrios humildes captadas por Liliana del Carmen Campos Puello, alias Madame, señalada por la Fiscalía de liderar la red más grande de proxenetismo en Cartagena. Madame, de 42 años, fue forjando un negocio millonario durante más de una década a costa de la vulnerabilidad de las niñas que viven en las zonas que la ciudad oculta: los barrios sin asfaltar, con escasez de servicios básicos, casas precarias y falta de futuro. Los conocía bien, nació en uno de ellos. Hasta allí llegaba su red con promesas de trabajo de modelo y dinero fácil, según explica Mario Gómez, el fiscal de Infancia que ha participado en la operación Vesta que ha llevado a la cárcel a Campos Puello por los delitos de trata de personas, concierto para delinquir e inducción a la prostitución. Se enfrenta a una pena de 27 años de prisión.