El dilema de la caravana migrante: apuestas arriesgadas e intereses encontrados
Las autoridades tratan de convencer a los migrantes para que soliciten el refugio, un trámite complicado, y que propiciaría un freno a la marcha, entre las difíciles condiciones de los afectados. “¡Vamos a pasar caminando, es muy importante que estén juntos!”. La tensión frena a la caravana migrante, una columna humana que se extiende por un par de kilómetros. Las camionetas de la Policía Federal mexicana rondan al contingente. Un helicóptero sobrevuela a los miles de inmigrantes centroamericanos que buscan abrirse paso por México y hacerse camino a Estados Unidos. “¡No los vamos a detener! ¡Solo queremos que conozcan las opciones que tienen!”, dice uno de los agentes migratorios. “¡Tranquilos, compañeros, ahora pasamos!”, dicen las personas que lideran a la caravana. Pasan unos minutos y el cerco policial se repliega. Volverán a encontrarse más adelante, mientras avanzan las horas y el sol cae a plomo en la frontera entre el Estado de Chiapas y Guatemala.