La Fuerza Armada Nacional Bolivariana inició este fin de semana el despliegue masivo de efectivos militares, equipos artillados y tropa de reserva en todo el territorio venezolano. Las maniobras defensivas están inscritas dentro del denominado Operativo Independencia 2018, ordenado por el Presidente Nicolás Maduro hace unos días.
“Vamos a afinar el movimiento de todos los tanques, de todos los misiles, de todos los aviones y helicópteros, y sobre todo, vamos afinar la puntería del alma, porque Venezuela es una tierra sagrada. No nos metemos con nadie, pero jamás aceptaremos que la bota imperial extranjera toque el sagrado suelo de la patria venezolana”, había declarado Maduro días atrás.
Las maniobras militares ordenadas por Maduro se desarrollan pocos días después de la convocatoria unilateral a elecciones hecha por el chavismo días atrás, que han sido rechazadas por la Oposición en virtud de la ausencia de garantías para participar, y que han colocado nuevos añadidos de tensión intrarregional a la crisis venezolana.
Hace dos días, con 19 votos a favor, 5 en contra y 8 abstenciones, la Organización de Estados Americanos (OEA) emitió una nueva resolución en contra del gobierno de Venezuela, en la cual se exhorta a Maduro a suspender la convocatoria a elecciones del próximo 22 de Abril, y se le pide organizar una consulta que sea pactada con sus adversarios, en un contexto que sea “justo, libre, y con observación calificada internacional”.
El nuevo pronunciamiento de la OEA en contra de Maduro se concreta, a su vez, poco tiempo después de que las autoridades peruanas anunciaran el veto a la presencia de Maduro en la venidera Cumbre de las Américas, que celebrará en Lima en el mes de Abril. El propio Todd Robinson, Encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos (que ejerce una especie de interinato no declarado como funcionario político de su país en Venezuela) había afirmado que “todas las opciones estaban sobre la mesa”, en lo tocante a las decisiones a tomar para conjurar la crisis venezolana.
Los voceros comunicacionales del chavismo hacen reiterados análisis en los cuales se considera la hipótesis de una agresión extranjera. Hace poco, el Fiscal General, designado por la Constituyente, Tarek William Saab, acusó al gobierno de Colombia de confabularse con otras naciones para agredir al país. La eventualidad de un procedimiento militar para restaurar la democracia en Venezuela ha sido rechazada por varios mandatarios latinoamericanos, Colombia incluida.
Mientras el aislamiento regional de Maduro se consolida, y aumenta la tensión en torno a su proceder, el gobierno chavista de Venezuela sólo se plantea proseguir su camino, organizando sus elecciones presidenciales, aún con la condena de casi toda la comunidad internacional, y planteándose ahora, incluso, nuevas elecciones legislativas.
La cuenta de twitter del Ministerio de la Defensa de Venezuela informaba hace muy poco de la presencia del Ministro, Vladimir Padrino López, en Moscú, entregando el “Sable de la Victoria y la Lealtad” a su homólogo ruso, Sergei Shoygu. Padrino, frecuente visitante a la Federación Rusa, asistía a la celebración del centenario de la creación del Ejército Rojo. Los convenios militares de carácter estratégico entre las dos naciones se han profundizado claramente en los últimos los años.
De acuerdo a datos ofrecidos por Global FirePower, publicados en el portal de Rusia Televisión, con poco más de 700 vehículos blindados, 229 aeronaves de combate, 250 buques de guerra artillados, y una reserva de algo más de 400 mil personas, las Fuerzas Armadas Venezolanas ocupan el séptimo lugar en tamaño en América Latina y el 62 en todo el mundo.