Según se sabe, el casabe fue traído a estas tierras por los nativos originarios provenientes del territorio que ocupan sobre todo Colombia, Venezuela y Panamá, los cuales vinieron dando saltos de canoa, de islita en islita, con un cargamento de casabe, para sobrevivir. Los arahuacos, taínos y caribes fueron quienes distribuyeron el casabe por estas islas.
El casabe es puro almidón organizado. Un amigo me dijo en tono de broma que un club sandwich alimenta más que un camión de casabe.
Hoy día el casabe se produce y consume en la parte oriental de la isla de Cuba, donde sobre todo en la zona de Las Tunas, Media Luna, Campechuela, Niquero, Pilón, etc, se produce -o mejor dicho se producía- y se comercializaba.
El casabe no es dominicano, ni es exclusivamente nuestro. Ahora mismo se produce y consume en Puerto Rico y Cuba, en las Bermudas, en Venezuela, las Antillas Menores, Colombia, Islas Caimán, Honduras, Haití, Jamaica y Panamá. Los pueblos indígenas yekuana, kariña, yanomami, piaroa y warao, en Venezuela, por ejemplo mantienen la tradición del casabe como alimento principal.
En la zona de la Amazonia colombiana, las etnias puinaves, piapoco, sikuani, curripaco, piaroa, yeral también, elaboran tortas de casabe.
Al ser como es un alimento que no nos pertenece de manera exclusiva, ¿por qué razón se propone a la Unesco declararlo como patrimonio de la humanidad desde República Dominicana? Definitivamente la ministra de Cultura parece no estar bien asesorada.
¿Por qué no se propusieron las habichuelas con dulce, el chivo liniero, el chivo horneado o el mofongo?
¿Por qué no propusieron el conjunto cavernario de las Cuevas del Pomier, que están consideradas por expertos como Domingo Abreu como la matriz adonde llegaron esos aborígenes, para de aquí expandirse a otras zonas y poblar otros territorios?
¿Por qué no propusieron a la capilla más antigua del Nuevo Mundo, para ver si la salvamos de los terrenos de Molinos Modernos, donde acabaron con la pintura de Carlos Cruz Diez?