Más plomo en las alas de Boeing. La crisis que atraviesa el gigante aeronáutico estadounidense se ha agravado con la primera demanda judicial presentada en Estados Unidos en nombre de uno de los pasajeros fallecidos en el accidente que sufrió un Boeing 737 MAX el pasado 10 de marzo en Etiopía, un triste episodio en el que murieron 157 personas. Era el segundo accidente de uno de esos aparatos en menos de seis meses, lo que disparó todas las alarmas. Compañías aéreas de todo el mundo dejaron sus siete tres site MAX en los hangares y las acciones de Boeing cayeron en picado…
Para colmo de males, mientras que los legisladores estadounidenses analizan el grado de relación existente entre Boeing y su regulador aéreo, la Autoridad Federal de Aviación, la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha acusado a Estados Unidos de seguir dando incentivos fiscales a Boeing, ayudas que fueron declaradas ilegales hace siete años y que ha denunciado repetidas veces la Unión Europea en defensa de los intereses de Airbús.