Después de un año en una prisión federal de Miami, Ricardo Martinelli, presidente de Panamá entre 2009 y 2014, ha sido extraditado este lunes a su país. El exmandatario, de 66 años, será juzgado por cargos de malversación de fondos y escuchas ilegales. El equipo legal de Martinelli intentó evitar el traslado alertando de que el político corría el riesgo de ser torturado si era detenido en su país, pero el Departamento de Estado estadounidense desestimó este argumento.
Vestido de beige y esposado de manos, Martinelli bajó del vehículo en el que fue desplazado desde la cárcel al aeropuerto y saludó alegremente a los periodistas en el lugar. “¡Estoy listo para ver el Mundial!”, dijo, haciendo un gesto con el pulgar arriba. Panamá disputará por primera vez el torneo, que comienza el jueves.
El político y empresario, que hizo fortuna con una cadena de supermercados, abandonó Panamá en enero de 2015 con una investigación abierta en la Suprema Corte por un supuesto desfalco de 45 millones de dólares de un programa de alimentación escolar. Se instaló en Miami (Florida), donde fue detenido en septiembre de 2017, después de que la Interpol emitiera, a petición de la justicia panameña, una orden internacional de arresto contra él.
Martinelli fue solicitado por Panamá por malversar fondos para crear una red de espionaje que alcanzó a 150 personasdurante su mandato, incluyendo periodistas y políticos. La justicia panameña lo investiga también por una veintena más de casos de corrupción. Pero bajo el tratado de extradición entre ambos países, que entró en vigor en 1905, el expresidente solamente puede ser procesado en su país por los delitos por los cuales fue solicitada la extradición, en este caso, espionaje, según especificó el Departamento de Estado estadounidense.
Tras su paso por el gobierno, se acumularon las denuncias por escándalos de corrupción, delitos financieros y espionaje a opositores durante su Administración. El exfuncionario afirma que su petición de extradición es una vendetta política de Juan Carlos Varela, su exvicepresidente y actual mandatario, que supuestamente lo habría traicionado.
Martinelli llega a Panamá en un año agitado políticamente por las elecciones generales del próximo mayo. Su portavoz, Luis Eduardo Camacho, afirmó que Martinelli espera presentar su candidatura como alcalde o diputado, ya que no han pasado los diez años requeridos para volver a postularse a la presidencia.