La desconfianza internacional hacia Pekín por su gestión de la crisis del coronavirus se intensifica conforme pasan las semanas. Un informe del Gobierno estadounidense sostiene que el régimen de Xi Jinping “ocultó intencionalmente la gravedad” de la pandemia, iniciada en la ciudad de Wuhan, mientras reforzaba sus provisiones de material sanitario, acusación que se suma a la de los servicios de inteligencia de otros países. Reino Unido señaló que China tendrá que responder preguntas, una vez superada la debacle.Mike Pompeo, en una rueda de prensa del 29 de abril. En vídeo, el secretario de Estado sostiene que existen “enormes pruebas” de que la covid-19 se originó en un laboratorio de Wuhan (China). ANDREW HARNIK / POOL / AFP (VÍDEO: ABC VÍA AP)
Washington insistió en las críticas a Pekín durante el fin de semana. El secretario de Estado, Mike Pompeo, aseguró en una entrevista televisiva que existen “enormes pruebas” de que la covid-19, que ha segado casi 250.000 vidas en todo el mundo en apenas cuatro meses, salió de un laboratorio de Wuhan. El origen del virus no está confirmado. Hasta ahora, la hipótesis más sustentada apunta a un mercado de animales vivos en la misma ciudad, con un animal llamado pangolín como principal sospechoso del contagio, pero Estados Unidos lleva días apuntando a un posible accidente en el Instituto de Virología ubicado a 12 kilómetros del mismo mercado.
Donald Trump avanzó este domingo por la noche que publicarán un informe completo de lo sucedido. “Mi opinión es que cometieron un error, trataron de encubrirlo, es como un incendio”, dijo en una entrevista y coloquio virtual con votantes grabado por la cadena Fox en el interior del Monumento a Lincoln, en Washington. “Vamos a dar un informe muy contundente sobre lo que pasó exactamente y creo que va a ser concluyente”, añadió.
Esa misma tarde, la agencia Associated Press publicó el contenido de un informe del Departamento de Seguridad Interior según el cual China “ocultó intencionalmente la gravedad” mientras redoblaba las importaciones de material médico y reducía las exportaciones. El acceso a mascarillas, guantes de plástico y respiradores se ha convertido en un problema para todos los países afectados por esta crisis, incluidos los más ricos, que han afrontado al mismo tiempo la pandemia más grave en al menos un siglo.
El informe de cuatro páginas, según AP, no confidencial pero clasificado para “solo uso oficial”, señala que Pekín no informó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre lo contagioso de la covid-19 para poder aprovisionarse bien. Apunta, basándose en el patrón de comercio internacional de China, que el gigante asiático “encubrió esto negando que hubiese restricciones a las exportaciones y demorando sus datos de comercio”.
A esta supuesta maniobra se sumó este lunes la noticia de otro informe, en este caso obra del consorcio formado por los servicios de inteligencia de EE UU, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, conocidos como el grupo de los Cinco Ojos. Según el Australia Telegraph, dicha investigación sostiene que China destruyó deliberadamente pruebas de la covid-19 en una “agresión a la transparencia internacional”. El Secretario de Defensa británico, Ben Wallace, señaló que el régimen de Xi Jinping deberá “responder preguntas” una vez pase lo peor de esta crisis.
“Hemos sido un poco ingenuos en el pasado”, reconoció el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, en una entrevista publicada el domingo en el periódico francés Le Journal du Dimanche y citada por la agencia Efe. Añadió, sin embargo, que su enfoque se había hecho “más realista”.
China confirmó el 6 de febrero la muerte del médico que había dado la voz de alerta por el coronavirus y había sido amonestado por la policía china por ello, tras días de protestas de sus propios ciudadanos por el modo en que el régimen había ocultado la pandemia.
Los servicios de inteligencia estadounidenses descartan hoy por hoy que el virus sea una “creación artificial o modificado genéticamente”, lo que contradice lo sugerido por Trump el pasado jueves, que llegó a señalar la acción deliberada de algún individuo. Existe, no obstante, la posibilidad de que ambos supuestos (el del contagio animal y el del laboratorio) sea compatibles, es decir, que un animal contagiado por el virus en el laboratorio afectase a algún trabajador.
A seis meses de las presidenciales, Trump defendió este domingo su gestión de esta crisis, a pesar de que negó su gravedad hasta casi mediados de marzo, insistiendo en que su decisión de vetar a los viajeros de China desde el 31 de enero salvó miles de vidas. Aun así, elevó la predicción de muertes que van a producirse en todo el país a consecuencia de la pandemia. “Antes decía que serían 65.000, ahora digo 80 o 90.000″, dijo. Cuestionado por sus comentarios de que el balance era “un éxito histórico”, admitió que “no puede llamarse éxito”, pero que, en cualquier caso, “es mejor que el “millón o dos millones que habría habido”.