El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, instó hoy a los policías a matar a los “idiotas” que se resisten de manera violenta a ser detenidos, en medio de un incremento de las muertes por la campaña antidroga en el país.
El apoyo del mandatario se enmarca dentro del recrudecimiento de la bautizada como “guerra contra las drogas” en la que murieron más de 70 personas en cuatro días, a mediados de agosto, en varios distrito de la capital. Una de las víctimas durante esta ofensiva policial es Kyan Delos Santos, de 17 años, quien fue abatido a manos de cuatro policías, que han sido suspendidos y contra los que la fiscalía prevé presentar cargos de asesinato.
La Policía dijo inicialmente que el incidente ocurrió cuando Delos Santos escapó al ver que se le aproximaban los agentes y durante la persecución disparó contra ellos, quienes aseguraron que tras abatirle le incautaron una pistola.
La campaña antidroga de Duterte comenzó el mismo día de su investidura, el 30 de junio de 2016, y ha causado desde entonces más de 7.000 muertos. Organizaciones internacionales defensoras de los derechos humanos han criticado duramente la “guerra” contra las drogas de Duterte.