NUEVA YORK._ El dominicano Raúl José Santos, de 40 años de edad, asesinó el martes de una puñalada en el pecho a su esposa, Ana Amadiz Peña, de 45, también dominicana en medio del proceso del divorcio que ella le puso, y el hombre llamó al 911 para reportar que la había matado, dejando el cadáver tendido sobre la cama nupcial, informó la policía ayer miércoles.
Pocas horas después del asesinato, Santos fue arrestado por la policía del cuartel 52 en El Bronx y acusado de asesinato, homicidio involuntario y posesión criminal de un arma.
La policía dijo que Santos ultimó a su esposa que se estaba divorciando de él en el apartamento del primer piso en el edificio 2860 de la avenida Gran Concourse cerca de la calle 198 Este en el vecindario Jerome Park en El Bronx, a las 2:34 de la madrugada del martes 5 de julio.
Cuando los policías llegaron encontraron a la dominicana muerta con la estocada en el pecho y tendida en la cama de la ex pareja.
Santos, quien estaba residiendo en un edificio de la avenida Morris fue detenido poco antes de las 7:00 de la noche del martes en jurisdicción del cuartel 52.
Santos no tenía ningún antecedente policíaco ni judicial.
Los paramédicos que llegaron a la escena con la policía, declararon a la dominicana muerta en la escena.
Los policías se presentaron al apartamento para un chequeo de control de bienestar luego que familiares de Amadiz Peña llamaron al 911 diciendo que estaban preocupados por ella, descubriendo el cadáver en la cama.
Dos cuchillos fueron encontrados en el apartamento pero los investigadores de dejaron en claro si Santos, usó ambas armas blancas para matar a su esposa.
Santos fue apresado luego que parientes de la víctima lo delataron dando su posible ubicación en los confines del cuartel 52.
Se entregó sin resistencia.
La policía dijo que en su base de datos no se registra ningún reporte sobre violencia doméstica entre Santos y su esposa.
Varios residentes en el sector deploraron el crimen y algunos, como Marcos García quien era amigo de Amadiz Peña y vivió en el apartamento de ella durante varios años, la describió como una mujer alegre, trabajadora y sin conflictos con nadie.
Eli Alvarado, que se identificó como primo de la mujer dijo que Santos fue a buscarla el lunes 4 de julio y se le veía muy alterado.
Señaló que la solución no era asesinarla.