El dueño de Editorial Perfil, Jorge Fontevecchia, fue entrevistado por el periodista local Carlos Pagni en el canal La Nación + y opinó que la denominada ‘causa de los cuadernos‘, por la cual ya pesa un pedido de prisión preventiva sobre la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, habría sido dirigida por el juez Claudio Bonadío para encarcelar a la dirigente y no al resto de los empresarios implicados.

En esa línea, el director de medios consideró: “El caso de Bonadío es increíble”. Al mismo tiempo, reveló que tiene testimonios sobre empresarios que fueron a declarar ante el magistrado, pero durante aquellas declaraciones el hombre de la toga les habría dicho: “Pare, pare, pare”. Con esa expresión, Fontevecchia hizo alusión a que Bonadío dirigía las indagatorias, frenándolas cuando perjudicaban a personas que no eran de su interés.

Sobre ello, contó: “El único objetivo es que Cristina vaya presa, pero nadie más”. Rápidamente, las redes sociales se hicieron eco de estos comentarios y se viralizó ese fragmento del reportaje:

Algunos usuarios, como @SantoroLeandro —un dirigente ligado al kirchnerismo— apuntaron contra el presunto sesgo mediático en torno a las causas judiciales contra la exmandataria:

Otros, en cambio, resaltaron el hecho de que Fontevecchia siempre fue identificado como un férreo opositor al matrimonio Kirchner, y por ello su testimonio tendría mayor validez. De hecho, algunas de sus portadas en la Revista Noticias, de su propiedad, ridiculizaron a aquella política en varias oportunidades, e incluso recibieron críticas por ser consideradas machistas.

Además, varios cibernautas se rieron sobre la línea editorial del canal televisivo donde se produjo la conversación, ironizando el hecho de que Fontevecchia se habría salido de un supuesto libreto corporativo:

Por lo pronto, resta por conocer cuáles son los empresarios mencionados por aquel ‘CEO’ local para develar si esta grave denuncia mediática es real y, en ese caso, evaluar sus consecuencias judiciales.

A su vez, vale repasar que Kirchner no fue a prisión ya que ocupa una banca en el Senado y eso le garantiza inmunidad parlamentaria, aunque los legisladores deberán votar acerca de su permanencia o expulsión del Congreso argentino. En caso de ser expulsada del Parlamento, iría a la cárcel.