• Este martes se celebra el Día Mundial de la Radio

  • Nicola Tesla y Guillermo Marconi se disputan, con un español y un ruso, su invención

  • La primera retransmisión de voz no data hasta 1900

  • La radio comercial en España llegó en 1924 en Barcelona

    En la Nochebuena del año 1906, una melodía llegó por primera vez al Océano Atlántico. Los buques hasta donde alcanzó la señal emitida desde la estación inalámbrica de Brant Rock en Massachusetts, EE.UU., escucharon por primera vez en sus receptores una voz humana que narraba un pasaje de la Biblia y después, un violín que tocaba un popular villancico navideño anglosajón: ‘Oh holy night’.

    No era la primera transmisión de radio, pero sí la más avanzada hasta ese momento: una comunicación transatlántica bidireccional con voz y música. Y por eso, este 13 de febrero, Día Mundial de la Radio, RTVE.es recuerda al protagonista de aquella historia, Reginald Aubrey Fessenden, y los avances que fueron necesarios para llegar hasta ese hito.

    El canadiense Fessenden trabajaba para el Servicio Meteorológico de Estados Unidos. Allí desarrolló el principio ‘heterodino’ en el que se basó para su transmisión radiofónica trasatlántica de 1906, un sistema combinado de dos señales que producen un tercer tono audible. El inventor fue quien puso la voz y el violín en aquella memorable retransmisión. Era la primera vez que incorporaba música, pero ya en el año 1900 había logrado, en un radio de 1,6 kilómetros, transmitir la voz humana por sistema de radio, otro hecho clave ya que hasta ese momento sólo se habían emitido y recibido señales.

     El transmisor de radio de Reginald Fessenden que instaló en la estación de Brant RockEl transmisor de radio de Reginald Fessenden que instaló en la estación de Brant Rock

    Algunos historiadores sitúan como la de 1900 la primera retransmisión de voz a través de la radio. Pero precisamente la de la radio no es una historia que pueda contarse de forma lineal y cronológica. Al menos, durante sus orígenes y antes de llegar a consolidarse.

    Cuatro inventores, uno de ellos español

    Porque, a día de hoy sigue existiendo un gran debate sobre si fue el croata Nikola Tesla o el italiano Guillermo Marconi, ligado al régimen de Musolini, el verdadero inventor de la radio. La autoría de la invención la disputan también otros dos protagonistas: el ruso Aleksandr Stepánovich Popov y el comandante español Julio Cervera.

    Todo, en realidad, se remonta a 1887, cuando el físico alemán Heinrich Hertz llevó a cabo con sus experimentos la teoría del científico escocés James Clerk Maxwell para producir y detectar ondas electromagnéticas en las que se basa la radio analógica.

    Pero fue Tesla, el inventor de la corriente alterna, quien se llevó más protagonismo en todo el proceso por la cantidad de avances que patentó desde 1894, cuando hizo una demostración pública de transmisión de señales. Un año más tarde, Guillermo Marconi construía en Reino Unido el considerado como el primer sistema de radio, pero precisamente empleó para ello 17 de las patentes de Tesla, lo que inició una guerra por la autoría de la radio después de que el italiano comercializara con su propia patente el sistema.

    El Italiano Guillermo Marconi con su sistema de radioEl Italiano Guillermo Marconi con su sistema de radio

    Y, cuando terminó la Guerra de Cuba, un comandante e ingeniero español, Julio Cervera, viajó hasta Reino Unido para unirse al equipo de Marconi. Allí patentó varios sistemas de telegrafías sin hilos, entre los que se encuentra el precursor del mando a distancia (la patente del ‘telemando de equipos y sistemas’), y se centró en el uso de las radiotransmisiones para comunicar la voz humana en lugar de señales, como hasta ese momento hacían Tesla y Marconi, por lo que en algunas universidades españolas le consideran el verdadero inventor de la radio y le atribuyen la primera emisión de voz por radio en 1902.

    En resumen, durante la última década del siglo XIX y la primera del XX, estos tres, junto con el ruso Aleksandr Stepánovich Popov se dedicaron a hacer sus demostraciones retransmitiendo señales en distintas distancias, y a cada uno se le atribuía la autoría de la radio, pero todas fueron señales y no voz hasta, al menos, 1900 con Fessenden.