La esposa del Chapo Guzmán, Emma Coronel Aispuro, ha sido arrestada este lunes en el aeropuerto internacional de Dulles (Virginia), que da servicio a la ciudad de Washington. Se le acusa de implicación en tráfico internacional de drogas y de complicidad en la fuga de su marido de una cárcel mexicana en 2015. Está previsto que este martes comparezca por videoconferencia en un tribunal federal del Distrito de Columbia.
Coronel, de 31 años, con doble nacionalidad estadounidense y mexicana, se enfrenta a cargos de conspiración para la distribución de cocaína, metanfetamina, heroína y marihuana para importar a Estados Unidos, según una nota del Departamento de Justicia. Se le acusa también de haber conspirado con otros para ayudar al Chapo en su fuga de la prisión del Altiplano, en Juárez (México), en el verano de 2015, así como en otro intento en 2017 de evitar la extradición de su marido a Estados Unidos.
Joaquín El Chapo Guzmán Loera, temido líder del cartel de Sinaloa, la mayor organización dedicada al narcotráfico entre México y Estados Unidos, fue condenado en 2019 en un tribunal federal de Nueva York a cadena perpetua. Tras 11 semanas de juicio, un jurado popular le declaró culpable de 10 delitos, entre ellos el de dirigir una organización criminal.
A menudo sentada sola en el banquillo de la defensa, en la segunda fila de una sala llena de periodistas, la exmodelo Emma Coronel acudió casi cada día al juicio a su marido en Nueva York. Allí escuchaba impasible el relato de los lugartenientes del Chapo, que uno tras otro desfilaban para traicionarlo, contando en detalle los entresijos de la multinacional de la droga que Guzmán dirigió durante 30 años. Un día un testigo la vinculó con la fuga del penal del Altiplano, otro día se reveló que su esposo le había mandado mensajes de texto en los que le pedía que escondiera sus armas antes de una redada policial.
Coronel entraba y salía de la Corte con exclusivos vestidos y stilettos que tenía que quitarse cada vez que pasaba por los detectores de metales que formaban parte de la estricta seguridad de un juicio histórico. Cuando testificó una de las amantes del Chapo, Coronel y su esposo acudieron cada uno con chaquetas rojas, en señal de complicidad y desaire hacia la testigo.
Antes de convertirse en la tercera esposa del narcotraficante más buscado del mundo, Coronel era una reina de la belleza de Sinaloa. Se conocieron cuando ella tenía 17 años y el 51, y se casaron el día en que ella cumplió la mayoría de edad. Hoy tienen dos hijas gemelas de nueve años, Emali Guadalupe y María Joaquina. El padre y los dos hermanos de Coronel han sido condenados en el pasado por ser miembros del cartel. Coronel vivió casi toda su vida de casada con su marido entre rejas o a la fuga.
Recientemente, con su esposo cumpliendo una cadena perpetua, Coronel se ha reinventado como influencer en Instagram, red social en la que promociona a varias empresas locales de Sinaloa entre sus ya más de 400.000 seguidores.
Durante el juicio al Chapo, en el que su esposa fue mencionada en el relato de numerosos de los más de 50 testigos que comparecieron, muchos se preguntaron cómo Coronel había logrado evitar los problemas con la justicia