Ha vuelto a pasar con el avión accidentado en Rusia. Segundos antes de que las llamas abrasaran a la mitad del pasaje (hay 41 muertos) hubo quien hizo gala de mucha sangre fría, pero no para ayudar. Ese pasajero o pasajera tuvo temple para sacar su teléfono móvil, con el fuego a un palmo de la ventanilla, e inmortalizar la tragedia. Con una estremecedora banda sonora: los desgarradores gritos de las personas atrapadas en ese aparato.
Aunque la noticia no habría que buscarla a estas alturas en la existencia de ese vídeo viral filmado por uno de los pasajeros (se presume que ha sobrevivido) antes de que las llamas devoraran el avión. Lo extraño, vistos los antecedentes por hechos similares en las redes sociales, es que no estén apareciendo más imágenes similares de ese infierno filmadas por otros pasajeros, apunta Ferran Lalueza, profesor de Comunicación y Social Media de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e investigador de GAME.