CANCÚN.- Disparos, gritos y personas aterradas huyendo de la policía en una plaza pública. No es una zona de conflicto sino Cancún, el balneario caribeño mexicano donde la inseguridad amenaza tornar su imagen paradisíaca en una “película de terror”, según hoteleros y turistas.
El lunes, cientos de manifestantes, la mayoría mujeres, que protestaban por un feminicidio ante el céntrico ayuntamiento de la ciudad, a unos kilómetros de la lujosa zona hotelera, fueron reprimidas por policías locales.Joe Biden avanza a la Casa Blanca pese a Donald Trump: ya nombró a su jefe de gabinete
Nerviosos ante actos vandálicos en la protesta, los agentes dispararon sus fusiles al aire durante unos tres minutos y persiguieron agresivamente a los manifestantes, dejando tres heridos, en una zona rodeada de hoteles de precio económico.
“Estamos pasando la peor película de terror, ya no hablemos de robos, de extorsiones, ya todos los días aparece gente asesinada, cortada, mutilada. Es inadmisible“, dice a la AFP Abelardo Vara, presidente honorario de la Asociación de Hoteles de Cancún.
Para el empresario, la represión policial empaña aún más a Cancún, joya de la corona del turismo mexicano cuyos visitantes son 90% extranjeros.
La violencia ligada al narcotráfico, el arribo de sargazo y principalmente la Covid-19 han hundido los índices de ocupación hotelera. El turismo representa casi 9% del PBI de México y aportó ingresos por más de 24.500 millones de dólares en 2019. En abril, punto álgido de la pandemia, el sector cayó 97%.
“No pensaba que Cancún”
Tratamos “de recuperar ocupación y este tipo de situaciones por supuesto que afectan a Cancún. (El incidente) ya está en todos los medios internacionales, es completamente reprobable”, agrega Vara.
Disparar para disolver una protesta no tiene precedente en Cancún y tampoco es común en el resto de México, donde los policías suelen contener manifestaciones con escudos y, en casos extremos, utilizar gas pimienta.
Su actuación fue fustigada por autoridades estatales y nacionales y le costó el puesto al jefe de policía local, así como la suspensión del secretario de seguridad de Quintana Roo, estado donde se ubica Cancún.“Es nuestra última oportunidad”: Nueva York se endurece ante la amenaza de una fuerte segunda ola de coronavirus
Dayana Gómez, universitaria colombiana que supo del tiroteo antes de volar desde Cali al Caribe mexicano, confiesa que estuvo “muy nerviosa”. “No sabía qué hacer, yo ya me iba (a echar) para atrás. Es primera vez que viajo afuera de Colombia y sola”, dijo a la AFP.
Gómez, quien tomó valor pensando en el “esfuerzo” que hizo para viajar, descartó sin embargo su plan de recorrer el país como “mochilera”. “Sabía que México no era tan seguro, pero no pensaba que Cancún”, añade.
En alerta por feminicidios
La protesta refleja una grave problemática mexicana: la violencia de género, con 10 mujeres asesinadas diariamente según la ONU.
Una de esas víctimas fue Alexis, joven de 20 años de Cancún reportada desaparecida el sábado. Su cadáver, desmembrado y en bolsas de plástico, fue localizado el domingo.
Desde julio de 2017, Cancún fue declarado en alerta por “Violencia de Género” por la secretaría de Gobernación (Interior).
Pero especialistas acusan a autoridades locales de buscar acallar esta situación por temor a que dañe la imagen del balneario, que atrae unos 14 millones de visitantes anuales, según la secretaría de Turismo.
“Hay preocupación en que no se divulgue mucha información porque puede afectar la industria turística”, pero sin que ello implique acciones para prevenir dichas agresiones, advierte Mónica Franco, investigadora del Observatorio de Violencia Social y Género de Cancún.
“Se preocupan más por tapar que por prevenir y eso es muy grave porque se hace una olla de presión”, agrega.
Colectivos feministas locales expusieron la crisis de derechos entre las mujeres y llamaron al gobierno estatal a responsabilizarse por la fallida acción policial.
Natalia Tavizón, del colectivo Defensoras Digitales, dijo a la AFP que ya organizan nuevas protestas en las calles de Cancún tras una ruptura de las negociaciones con la autoridad.
Agencia AFP