La empresa china Anpu Electric Science and Technology, en la ciudad de Dongguan, provincia de Cantón, ha adoptado un enfoque proactivo en un intento de hacer frente a lo que califica como la pereza de sus empleados y su desgana por trabajar. Según la compañía, ausentarse del puesto de trabajo para ir al baño más de una vez al día es una clara muestra de ineficiencia del trabajador que debe ser penalizada.
Asimismo, la empresa empezó a multar con 20 yuanes (tres dólares) a los empleados que usan el baño más de una vez al día, argumentando que ese comportamiento viola sus normas internas, pero para no tener problemas con la ley, formalmente descuenta esa suma de aquella parte del sueldo mensual del personal que oficialmente se considera como bonos.
El 20 y el 21 de diciembre la empresa multó de esta manera a siete empleados, reporta South China Morning Post, pero la práctica no pasó desapercibida ante las autoridades locales. La oficina municipal de recursos humanos y seguridad social de Dongguan lanzó una investigación, y la semana pasada sus funcionarios confirmaron en una entrevista con un periódico local que la regla es ilegal y exigieron que la empresa rectificara la orden y devolviera el dinero a los empleados multados.
Un directiva de la compañía contó que la regla sobre las visitas al baño se debió a que algunos empleados abusaban de esa excusa para fumar allí con demasiada frecuencia o simplemente para trabajar menos y holgazanear. Con lo complicado que les resulta contratar nuevo personal, decidieron introducir esta norma.
“Estamos desprotegidos. El hecho es que los trabajadores son vagos en el trabajo”, citó sus palabras el canal local Guangdong TV. “La dirección habló con esos trabajadores muchas veces, pero aún no ha conseguido un resultado positivo”, explicó.
La opinión pública en el país asiático se vio dividida respecto a la escandalosa decisión de la empresa de Cantón, que no solo fue recibida con fervientes críticas, sino que también encontró simpatizantes entre los internautas.
Efectivamente, en China sí existe la práctica, sobre todo entre los jóvenes, de no solo no darlo todo en el trabajo y no hacer más de lo estrictamente necesario, sino de pasar el tiempo pegado al móvil o leyendo una novela en plena jornada laboral. Así se busca provecho personal del tiempo pasado en la oficina en una especie de silenciosa protesta contra la cultura de trabajar horas extras y los salarios que nunca van a alcanzar para, por ejemplo, comprar una vivienda propia en unos años y cumplir las metas de la vida más allá de cubrir las necesidades básicas y los pagos de alquiler.
Asimismo, algunos internautas sostuvieron que la empresa se vio obligada a tomar esa decisión porque “algunos empleados pasan en el baño demasiado tiempo y lo usan con frecuencia”, lo que “sin duda perjudica la productividad empresarial”.
Pero la mayoría de los usuarios de redes sociales criticó la polémica regla, sugiriendo que la compañía debería pensar en la remuneración extra de su personal para aumentar su eficacia en lugar de presionar y explotar a los trabajadores, que con estas medidas solo perderían energía y concentración. “¿Qué época es esa? La libertad de ir al baño se ha convertido en un lujo”, escribió un usuario de Weibo.