Un nuevo turbio incidente sacude a la Fuerza Armada venezolana.
Como otras veces, es poca la información y muchas las especulaciones.
Un soldado del Ejército venezolano murió y seis personas fueron detenidas este domingo tras un asalto a una instalación militar en el sur del país, según informó el gobierno.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, comunicó en la tarde en su cuenta de Twitter que el incidente, al que calificó como “ataque terrorista”, tuvo lugar en horas de la madrugada, aunque no especificó el lugar o el número de participantes en el incidente, en el que habrían sustraído varias armas.
El mando militar atribuyó lo ocurrido a “sectores extremistas de la oposición” e indicó que los efectivos de la zona iniciaron una persecución contra los asaltantes que permitió recuperar el armamento y detener a algunos de ellos.
El vicepresidente, Jorge Rodríguez, por su parte, afirmó que seis de los responsables ya habían sido capturados y que el grupo había sido entrenado en “campamentos paramilitares” en Colombia.
Acusó también al gobierno brasileño de Jair Bolsonaro de haberle prestado su “colaboración artera”.
Ni Padrino ni Rodríguez aportaron pruebas de la aludida relación de la oposición venezolana o el gobierno brasileño con el incidente.
El Ejército y las fuerzas de seguridad del Estado buscan ahora al resto de “terroristas” implicados, informó el mando militar.
¿Dónde pasó?
Una comunicación militar interna a la que tuvo acceso BBC Mundo recogió que “aproximadamente” 12 sujetos desconocidos liderados por un “presunto oficial desertor” tomaron las instalaciones del 513 Batallón de Infantería Selva Mariano Montilla, ubicado en el municipio Gran Sabana, llevándose con ellos 112 fusiles, munición y dos vehículos de la unidad.
También se habrían llevado “secuestrados” a tres oficiales. Más tarde asaltaron un puesto de la Policía en San Francisco de Yuruaní, de donde también sustrajeron armas de fuego de diverso calibre.
En su huida, toparon con efectivos militares con los que sostuvieron un enfrentamiento.
Efectivos enviados desde Tumeremo y Santa Elena de Uairèn participan en el despliegue para recuperar las armas y capturar a los fugitivos, un operativo que se ha adentrado ya en la zona habitada por los indígenas pemones, según informaron residentes locales a BBC Mundo.
Pese a que Padrino no dio detalles ni la localización exacta de lo ocurrido, residentes en el sur del Estado Bolívar dijeron a BBC Mundo que desde esta madrugada estaba en marcha una “sublevación” en la zona de Santa Elena de Uairén, población fronteriza con Brasil.
Cómo es esa zona de Venezuela
Este extremo sur de Venezuela se ha vuelto en los últimos meses un lugar cada vez más inestable y violento.
El lugar donde se ha producido el último episodio, en una zona habitada por indígenas pemones en la que en los últimos meses han proliferado la minería ilegal y los incidentes violentos en torno a ella, como la reciente matanza en Ikabarú, el pasado 22 de noviembre, hace pensar que las causas pueden ir más allá del pulso por el poder entre el presidente Nicolás Maduro y el líder opositor Juan Guaidó.
Por más que el gobierno se haya apresurado a acusar a la oposición, hay motivos para dudar de que esto vaya a ser el inicio de un movimiento significativo contra Maduro, que ha dado sobradas muestras de mantener el control sobre los uniformados.
La zona fronteriza entre Venezuela y Brasil fue escenario de violentos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad después de que el pasado 23 de febrero Guaidóanunciara el ingreso de “ayuda humanitaria” al país pese a la oposición de Maduro.
El diputado es reconocido por Estados Unidos y la mayoría de países de la Unión Europea y América Latina como legítimo presidente interino de Venezuela, aunque el gobierno de Maduro lo acusa de estar al servicio de Washington.
Guaidó, y la oposición venezolana, han llamado en numerosas ocasiones al Ejército a que le dé la espalda a Maduro, pero, salvo algunos casos aislados, el alto mando militar ha mantenido hasta ahora el apoyo al sucesor de Chávez.