Su nombre es Edmund Platt, pero le llaman “el caracol inglés”. Su compañero es Frédéric Munsch, pero le conocen como “el jabalí de Marsella”. Juntos caminan desde Marsella a París recogiendo a su paso miles de mascarillas abandonadas en calles, carreteras y cunetas, así como botellas de plástico y restos de comida rápida. Su objetivo último es proteger el medio ambiente y avergonzar a los demás para que sean menos descuidados. Ya han recogido más de 4.500 mascarillas_
“Es insoportable ver mascarillas en el suelo, colillas, embalajes de McDonald’s, latas, botellas… Estamos en una escuela”, sermoneaba Edmund Platt a un grupo de padres y alumnos en una de las localidades que encontraron en su camino.
Dicen que saben cuando se acercan a una ciudad por la acumulación de porquería, cuando el verde de los campos se mezcla con colores espurios, ajenos a la naturaleza. Cada resto de basura recogido es como un abrazo al planeta. Con casi 900 km en sus piernas, tienen previsto llegar a París este sábado.