Con el hallazgo este sábado de Manuel Esteban Rosario, suman siete las víctimas mortales de la explosión en la fábrica de plástico Polyplas, ubicada en el sector de Villas Agrícolas.

La información del hallazgo fue dado a conocer por el director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Juan Manuel Méndez, aproximadamente a las 3:00 de la tarde del sábado.

Tras el hecho, la señora Rosemary Asencio, esposa de Manuel Esteban Rosario, había visitado cada día el lugar donde se encuentran los escombros de la fábrica de plásticos, para tratar de conseguir alguna información sobre su esposo.

Además, de Manuel Esteban Rosario, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) identificó los cadáveres de Claudio Hernández Jiménez, de 46 años de edad; Julio Salazar Mejía, de 49 años; Ronny Vargas Féliz, de 31 años, y de José Alberto Encarnación Arias, de 44 años, cuyos cuerpos luego de finalizado el procedimiento fueron entregados a sus familiares” y sepultados en distintos puntos del país. Dos cuerpos dos mujeres continúan sin identificar y las autoridades informaron que les harán pruebas de ADN.

El hecho ocurrido el pasado miércoles 5 de diciembre dejó además de las siete personas muertas, un saldo de 103 personas heridas y decenas de vecinos con traumas producto de la explosión. Ese miércoles, según lo informado por la empresa Polyplas, había 288 empleados laborando, pero no ofrecieron mayores detalles al alegar que durante la explosión pedieron toda su base de datos.

Además del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo, la Defensa Civil y el Centro de Operaciones de Emergencias, en las labores participa un equipo que fue enviado desde Puerto Rico para la ayuda de búsqueda y rescate que está compuesto por un grupo de ocho expertos en diferentes áreas y su ayuda es parte de un acuerdo firmado entre la Alcaldía de San Juan en Puerto Rico y la Alcaldía del Distrito Nacional.

También un equipo multidisciplinario integrado por médicos, psicólogos y otros especialistas se integraron a las labores de asistencia a los residentes en la zona de la explosión, con un programa de vacunación y consultas médicas, así como orientaciones psicolócas a los vecinos afectados por la tragedia.