Un mexicano indocumentado, que se declaró culpable del asesinato de dos policías, fue sentenciado el martes a muerte por un tribunal de California, al oeste de Estados Unidos, una condena que recibió con una sonrisa.
Bracamontes admitió siempre haber asesinado a dos policías en una tarde violenta de 2014 que comenzó en un estacionamiento de un motel, donde le disparó con un fusil semiautomático a una de las víctimas, el oficial del departamento del Sheriff de Sacramento, Danny Oliver.
La otra, detective de la oficina del sheriff del condado de Placer Michael Davis, murió durante una persecución, en la que Bracamontes hirió a otras dos personas.
“Ojalá hubiera matado a más”, expresó en una oportunidad. “Pronto me escaparé y mataré a más”.