El 11 de septiembre de 2001, diecinueve hombres secuestraron cuatro aviones comerciales estadounidenses cargados de combustible que se dirigían a varios destinos de la costa oeste. En total 2,977 personas fueron asesinadas en la ciudad de Nueva York, Washington y a las afueras de Shanksville, Pensilvania.
El ataque fue orquestado por el líder de al Qaeda, Osama bin Laden.
Los estadounidenses conmemoran con ceremonias, voluntariado, exhortos a “nunca olvidar” y llamados de atención al creciente número de socorristas que han muerto o enfermado tras los ataques terroristas.
Se prevé que muchos familiares de víctimas lleguen a la Zona Cero este miércoles, y el presidente Donald Trump tiene programado participar en una conmemoración en el Pentágono. El vicepresidente Mike Pence va a dar un discurso en el lugar del tercer ataque, cerca de Shanksville, Pensilvania.