La compañía minera Río Tinto reconoce haber destruido cuevas prehistóricas habitadas por aborígenes hace 46.000 años en la región de Pibara, en Australia Occidental, informan medios locales. El gigante angloaustraliano realizó trabajos con explosivos para ampliar su extracción de hierro.
John Ashburton, presidente del Comité de Tierras de Puutu Kunti Kurrama (PKK) calificó el desastre como un oscuro día para la historia. El líder de la comunidad local declaró que “nuestra gente está profundamente preocupada y entristecida por la destrucción de estos refugios rocosos y lamenta la pérdida de conexión con nuestros antepasados y nuestra tierra”, según cita LADbible.
La empresa minera contaba con los permisos de extracción en el lugar desde el 2013. Según menciona The Guardian, la compañía obtuvo esas autorizaciones basadas en una legislación obsoleta de la década de 1970 época en la que la normativa favorecía a las mineras.
Sin embargo, el portavoz de Río Tinto destacó que la compañía “ha trabajado constructivamente con el pueblo PKKP en una serie de cuestiones relacionadas con el patrimonio”.