Los huracanes son algunos de los fenómenos más devastadores a nivel meteorológico. Los fuertes vientos acompañados de lluvias y oleajes pueden provocar grandes destrozos. Las tormentas se forman en situaciones en las que el agua del mar está por encima de los 26ºC y en las que se forma una zona de bajas presiones atmosféricas, con viento viajando en dirección contraria a las agujas del reloj. Las altas temperaturas hace que se evapore el agua y que esta se acumule en forma de grandes nubes y una fuerte tormenta tropical.
